En un reino de la antigua India en el que se celebraba el banquete de bodas del príncipe heredero.
La princesa, bellísima, venida de lejos, había encantado a todos. Sin embargo, no podía ocultar cierta tristeza. Habían aceptado el compromiso por obligación política.
En el palacio, por el contrario, todo era regocijo y pomposidad.
Llegó el momento cumbre: el brindis por la feliz unión de los cónyuges y de los reinos. Todos elevaron sus copas, expresaron los parabienes... La paciencia y el tiempo hacen más que la fuerza y la violencia. Es necesario tener el apetito del pobre para gozar la fortuna del rico. Los mayores recorriendo el mencal. Quien quiera ser feliz... que aprenda a agradecer por todo. Porque la gratitud en el corazón trae paz a tu alma. Perdona a los que te lastimaron, ríe mucho, ayuda a los que puedas. Y para tu gran sorpresa, descubrirás que vivir en paz es el requisito indispensable para ser feliz.