Aquí Antonia pensando en el próximo chiste. Antonia es a los chistes lo que mi padre (q. e. p. d) a los cigarrillos: uno detrás de otro. Emilio, en la esquina izquierda; Pepe el número, a la derecha, muy comedidos ellos en el hablar. ¡Niños!, para la próxima prepararse algo, un poema por ejemplo, con el que disfrutemos todos.
Cuando el tren salió
de aquella estación
de donde yo vivía,
se me encogió el corazón
de pena y alegría.
De pena porque dejaba
a unos seres queridos
y a la tierra mía
y alegría también,... Cuando estoy triste canto y entonces me doy cuenta de que mi voz es peor que mis problemas.. Nunca me enfado por lo que la gente me pide sino por lo que me niega.