Para quien sabe esperar siempre hay una llegada maravillosa, las cosas buenas tienen el paso lento. Debes tener siempre fría la cabeza, caliente el corazón y larga la mano. Un abrazo es el mejor vestido para donar. La talla es única, así que a todo el mundo le está bien. Si un tren no se detiene en tu estación, entonces no es tu tren». Buenas noches Antonia, dulces sueños... Un abrazo...