Los de mi edad rememoramos con cierta morriña el solar sobre el que hoy se levanta el Ayuntamiento, Iglesia nueva, Porches... Le llamábamos el "Campillo". En él tenían lugar nuestras competiciones futbolísticas... En él, incluso, he visto crecer el centeno y la cebada. Eugenio Serrano la emprendía con los jugadores cada vez que el balón caía en sus sembrados. No le faltaba razón: la cebada, ya encañada, se tronchaba por efecto de los repetidos golpes de balón. En el entorno del Campillo las viviendas, entonces, eran escasas. ¡Lástima!, una labor noble sería la de recuperar las imágenes, --siempre alguien guarda alguna fotografía- de instalaciones o edificaciones ya perdidas. Animo a todos a ello. Gracias. Pepe M.G.