Hola J.A.M.L.
No viene al caso hablar de nostalgias ni de nostálgicos... La recuperación para el pueblo de la iglesia vieja es un asunto más serio. Se trata del Patrimonio Histórico Local en cuya defensa, conservación y acrecentamiento, según el art. 46 de la Constitución española, deben implicarse todos los poderes públicos, incluidos los entes locales, un patrimonio que hemos recibido y tenemos la responsabilidad de transmitir a las generaciones futuras.
Muchos Ayuntamientos granadinos lo han entendido así y han puesto mano a la obra. Montefrío, por ejemplo, con la colaboración del Instituto Andaluz de la Juventud, ha embellecido las once atalayas enclavadas en los cerros de esta villa, esas torres vigía que, hace años, defendían el reino nazarí de las huestes cristianas. Las más de setenta ermitas que componen el patrimonio religioso de la comarca accitana, rehabilitadas, se han convertido en un reclamo turístico más de los pueblos de la zona. Albuñán, tambien de la comarca guadijeña, ha creado su propio museo etnológico con lo cual, además de recuperar las señas de identidad de un pueblo, ha comenzado a apreciar lo que tiene y a sacarle partido. Podría continuar con otro muchos ejemplos en que las entidades públicas -Junta de Andalucía, Diputación granadina, planes Leader y Proder, Diócesis accitana, entes locales, etc.- se han implicado con subvenciones o de alguna otra forma en la recuperación histórica y cultural de los pueblos. Cuando esta Semana Santa vayas a Pedro Martínez podrás contemplar la espectacular iluminación de ambas iglesias –de la vieja y la nueva- inaugurada días atrás por iniciativa del Ayuntamiento y colaboración de la Diputación. El Ayuntamiento ya quiso comprar en su día la iglesia vieja, no hubo acuerdo con el obispado por una pequeña diferencia en el precio...Todavía quedaría el recurso de los pedromartineros, presentes y ausentes, muchos de los cuales estarían dispuestos a colaborar tal como lo hicieron para la erección de la nueva iglesia. Con sus donativos
¿Pueblo perdido? Cierto que la desertificación demográfica por falta de perpestivas socioeconómicas y envejecimiento de la población que se viene dando en Pm. Desde 1950 hace peligrar el futuro del pueblo... Pero, cuidado, no caigamos en el pesimismo absoluto. En Pm. Todavía nacen niños, 13 en 2004, luego todavía quedan jóvenes... En 2005 se registraron 65 casos de emigración contra 52 de inmigración, el saldo negativo, pues, mejora, respecto de años anteriores en que la inmigración era inexistente. El número de extranjeros que han fijado su residencia en Pm ha crecido en un 83, 33 % entre 2004/2005, un buen signo, . Y es que el medio rural es el preferido ya por una cuarta parte de los europeos...Un hecho, paradógico pero significativo, es que mientras la población ha sido recesiva -4776/1254 habitantes 1950/2005 respectivamente- el número de viviendas se ha multiplicado, cuanto menos, por dos, alquien pensaría en ocuparlas.
Si, pese a todo, en el pueblo quedaran sólamente los “abueletes”, un gesto noble sería el poder alegrarles la vida realizando innovaciones como la de un museo etnológico habilitando la antigua iglesia. Ellos disfrutarían contemplando los muebles de madera, repisas y alacenas que formaban las despensas, o las orzas que conservaban los productos de las matanzas, o aperos de labranza, medidas, utensilios, arreos de los carros y caballerías. Todo catalogado y bien explicado, de lo cual, pese al expolio por venta barata, aún hay buena copia en las casas de Pm. Atraería a muchos de los que un día marchamos y esos abueletes se alegrarían de vernos llegar.
De la Caldera, hablaremos otro día. Tambien es parte de la historia, de una historia que supera los 500 años.
Aunque estemos integrados en los pueblos que nos dieron acogida, nuestros orígenes tambien tienen su enjundia... Algo habrá que hacer entre todos para que el pueblo deje de ser eso que afirmamos y que la prensa corrobora:
Según la prensa nos cuenta
Pedro Martínez sería
El pueblo que representa
A los pobres, con la renta
Más baja de Andalucía.
Venga, hasta luego.
No viene al caso hablar de nostalgias ni de nostálgicos... La recuperación para el pueblo de la iglesia vieja es un asunto más serio. Se trata del Patrimonio Histórico Local en cuya defensa, conservación y acrecentamiento, según el art. 46 de la Constitución española, deben implicarse todos los poderes públicos, incluidos los entes locales, un patrimonio que hemos recibido y tenemos la responsabilidad de transmitir a las generaciones futuras.
Muchos Ayuntamientos granadinos lo han entendido así y han puesto mano a la obra. Montefrío, por ejemplo, con la colaboración del Instituto Andaluz de la Juventud, ha embellecido las once atalayas enclavadas en los cerros de esta villa, esas torres vigía que, hace años, defendían el reino nazarí de las huestes cristianas. Las más de setenta ermitas que componen el patrimonio religioso de la comarca accitana, rehabilitadas, se han convertido en un reclamo turístico más de los pueblos de la zona. Albuñán, tambien de la comarca guadijeña, ha creado su propio museo etnológico con lo cual, además de recuperar las señas de identidad de un pueblo, ha comenzado a apreciar lo que tiene y a sacarle partido. Podría continuar con otro muchos ejemplos en que las entidades públicas -Junta de Andalucía, Diputación granadina, planes Leader y Proder, Diócesis accitana, entes locales, etc.- se han implicado con subvenciones o de alguna otra forma en la recuperación histórica y cultural de los pueblos. Cuando esta Semana Santa vayas a Pedro Martínez podrás contemplar la espectacular iluminación de ambas iglesias –de la vieja y la nueva- inaugurada días atrás por iniciativa del Ayuntamiento y colaboración de la Diputación. El Ayuntamiento ya quiso comprar en su día la iglesia vieja, no hubo acuerdo con el obispado por una pequeña diferencia en el precio...Todavía quedaría el recurso de los pedromartineros, presentes y ausentes, muchos de los cuales estarían dispuestos a colaborar tal como lo hicieron para la erección de la nueva iglesia. Con sus donativos
¿Pueblo perdido? Cierto que la desertificación demográfica por falta de perpestivas socioeconómicas y envejecimiento de la población que se viene dando en Pm. Desde 1950 hace peligrar el futuro del pueblo... Pero, cuidado, no caigamos en el pesimismo absoluto. En Pm. Todavía nacen niños, 13 en 2004, luego todavía quedan jóvenes... En 2005 se registraron 65 casos de emigración contra 52 de inmigración, el saldo negativo, pues, mejora, respecto de años anteriores en que la inmigración era inexistente. El número de extranjeros que han fijado su residencia en Pm ha crecido en un 83, 33 % entre 2004/2005, un buen signo, . Y es que el medio rural es el preferido ya por una cuarta parte de los europeos...Un hecho, paradógico pero significativo, es que mientras la población ha sido recesiva -4776/1254 habitantes 1950/2005 respectivamente- el número de viviendas se ha multiplicado, cuanto menos, por dos, alquien pensaría en ocuparlas.
Si, pese a todo, en el pueblo quedaran sólamente los “abueletes”, un gesto noble sería el poder alegrarles la vida realizando innovaciones como la de un museo etnológico habilitando la antigua iglesia. Ellos disfrutarían contemplando los muebles de madera, repisas y alacenas que formaban las despensas, o las orzas que conservaban los productos de las matanzas, o aperos de labranza, medidas, utensilios, arreos de los carros y caballerías. Todo catalogado y bien explicado, de lo cual, pese al expolio por venta barata, aún hay buena copia en las casas de Pm. Atraería a muchos de los que un día marchamos y esos abueletes se alegrarían de vernos llegar.
De la Caldera, hablaremos otro día. Tambien es parte de la historia, de una historia que supera los 500 años.
Aunque estemos integrados en los pueblos que nos dieron acogida, nuestros orígenes tambien tienen su enjundia... Algo habrá que hacer entre todos para que el pueblo deje de ser eso que afirmamos y que la prensa corrobora:
Según la prensa nos cuenta
Pedro Martínez sería
El pueblo que representa
A los pobres, con la renta
Más baja de Andalucía.
Venga, hasta luego.