Buenos dias Josefina:
¿Que pasa?, parece que estás perdiendo fuerzas igual que Sansón, que al cortarle el pelo, las pardió.
¿Donde están tus madrugones?, como se nota que hace fresquito, y se está mas calentito en el conchón.
Muchos besos
Maria (Miranda de Ebro)
¿Que pasa?, parece que estás perdiendo fuerzas igual que Sansón, que al cortarle el pelo, las pardió.
¿Donde están tus madrugones?, como se nota que hace fresquito, y se está mas calentito en el conchón.
Muchos besos
Maria (Miranda de Ebro)
Hola Josefina, buen fin de semana.
Voy atrasado en la lectura de los mensajes. Acabo de leer el de María de Miranda de Ebro. Ella repara en tu pelo y, muy cariñosamente y sano humor, te compara con Sansón: te lo cortaste, perdiste la fuerza, dice. Al llegar aquí he pensado en algún remedio o antídoto contra ese efecto de pérdida de fuerza... moral, por mor de tu pelo al uno. He removido estanterías, he consultado libros y más libros y, al fin, me he tropezado con la popularísima terapia de la madre celestina que viene bien a tu caso. Verás que está escrita al estilo de los mensajes de Victoria Serna - ¡Hola Victoria!- nuestra contertuliana del Foro. Te la ofrezco con el mismo afecto de María y con el mejor buen y sano humor de que yo sea capaz: Ahí va:
El esquile de tu pelo
tiene arreglo, Josefina:
no lo cubras con un velo
¡cúbrelo con parafina!
y unos granitos de sal;
ponle, no te sepa a mal,
piel de langosta al apresto,
úntale sesos de rana,
rabitos de lagartija,
también, si te viene en gana
patas de abeja canija.
Ponle a tu pelo potingues
nunca vistos ni soñados
y toda clase de pringues
¡ponle harina a puñados!
En tres días al completo
pelicos, Fina, a la mar
tu pelo, libre de aprieto,
no cesará de alargar...
Con mucho afecto, muchísimo, me despido hasta después.
Pepemg
Voy atrasado en la lectura de los mensajes. Acabo de leer el de María de Miranda de Ebro. Ella repara en tu pelo y, muy cariñosamente y sano humor, te compara con Sansón: te lo cortaste, perdiste la fuerza, dice. Al llegar aquí he pensado en algún remedio o antídoto contra ese efecto de pérdida de fuerza... moral, por mor de tu pelo al uno. He removido estanterías, he consultado libros y más libros y, al fin, me he tropezado con la popularísima terapia de la madre celestina que viene bien a tu caso. Verás que está escrita al estilo de los mensajes de Victoria Serna - ¡Hola Victoria!- nuestra contertuliana del Foro. Te la ofrezco con el mismo afecto de María y con el mejor buen y sano humor de que yo sea capaz: Ahí va:
El esquile de tu pelo
tiene arreglo, Josefina:
no lo cubras con un velo
¡cúbrelo con parafina!
y unos granitos de sal;
ponle, no te sepa a mal,
piel de langosta al apresto,
úntale sesos de rana,
rabitos de lagartija,
también, si te viene en gana
patas de abeja canija.
Ponle a tu pelo potingues
nunca vistos ni soñados
y toda clase de pringues
¡ponle harina a puñados!
En tres días al completo
pelicos, Fina, a la mar
tu pelo, libre de aprieto,
no cesará de alargar...
Con mucho afecto, muchísimo, me despido hasta después.
Pepemg