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Hola Pepemg, no te he visto en la manifestación. Era muy dificil encontrarse entre tanta gente, yo dí unas vueltas a la plaza a ver si por casualidad te veía y despues por via Laietana, pero no hubo suerte, al final cerca de correos me encontré con unos compañeros de trabajo (bueno, excompañeros) y ya terminamos el recorrido juntos.
Me ha impresionado la cantidad de gente que ha salido, yo no esperaba ni la mitad, veo que la gente está tomando conciencia de lo que le espera si esto sigue adelante, por eso hay que hacer lo que sea, para que no se apruebe.
Un saludo,
Me ha impresionado la cantidad de gente que ha salido, yo no esperaba ni la mitad, veo que la gente está tomando conciencia de lo que le espera si esto sigue adelante, por eso hay que hacer lo que sea, para que no se apruebe.
Un saludo,
Hola Manuel:
Llegué a la Plaza de Urquinaona quince minutos antes de iniciar el recorrido. También me di una vuelta por si te veía. Que va, ni a tí ni a nadie conocido. Hice algunas fotos desde la plaza a los manifestantes aglomerados en las calles Pau Claris, Ronda Sant Pere, Fontanella y Vía Layetana. Posiblemente, por Fontanella y la Ronda, la aglomeración alcanzaba la Plaza de Catalunya; no lo comprobé porque ambas calles estaban intransitables. Cuando arrancó la manifestación me situé en la cabecera de la misma para fotografiar su frente con la gran pancarta. Y ahí me mantuve durante todo el recorrido. A su término, frente a la Sede de la Delegación del Gobierno, me situé delante mismo de la tribuna desde la cual los máximos representantes de CCOO y UGT han pronunciado los discursos contra el recorte de las pensiones. Al final del acto, aún no me había movido de donde estaba, alguien me toca por la espalda, me vuelvo y veo una cara que me resultaba familiar; -Hola. -Hola. Me quedé pensativo tratando de averiguar quien era. - ¿No me conoces? -No... ¿quién eres? Pensé en Juanb (Juan Blanquito) pero no me atreví a decir su nombre por si metía la pata. Y al fin exclamó: ¡Soy Juan Blanquito! Joer, qué pequeño es el mundo, pensé. Me presentó a su hermano Manolo. Me explicó que durante el recorrido me ha estado haciendo señas (ellos iban justo al lado de la cabecera de la manifestación) pero yo continué sin enterarme. Nos pusimos en marcha los tres charlando amigablemente. Entramos a un bar a tomar algo y, sentaditos, hemos hablado un rato. Juan no me ha dejado pagar, eso no está bien, dice que en el próximo encuentro me toca pagar a mí. Vale, lo advierto, ese día que nadie se adelante que pagaré yo. Después, juntos, nos hemos ido hacia el Triunfo donde Juan y Manolo han cogido el tren y yo el metro. Así que ya ves, amigo Manuel el encuentro tan grato que te has perdido por no habernos visto. Que te lo diga Juan, que te lo diga, verás que él te lo explicará igual. Bien, amigo Manuel, que las fotos que he hecho las tienes a tu disposición ¿Tú has hecho también?.
Venga, nos vemos. Un abrazo.
Llegué a la Plaza de Urquinaona quince minutos antes de iniciar el recorrido. También me di una vuelta por si te veía. Que va, ni a tí ni a nadie conocido. Hice algunas fotos desde la plaza a los manifestantes aglomerados en las calles Pau Claris, Ronda Sant Pere, Fontanella y Vía Layetana. Posiblemente, por Fontanella y la Ronda, la aglomeración alcanzaba la Plaza de Catalunya; no lo comprobé porque ambas calles estaban intransitables. Cuando arrancó la manifestación me situé en la cabecera de la misma para fotografiar su frente con la gran pancarta. Y ahí me mantuve durante todo el recorrido. A su término, frente a la Sede de la Delegación del Gobierno, me situé delante mismo de la tribuna desde la cual los máximos representantes de CCOO y UGT han pronunciado los discursos contra el recorte de las pensiones. Al final del acto, aún no me había movido de donde estaba, alguien me toca por la espalda, me vuelvo y veo una cara que me resultaba familiar; -Hola. -Hola. Me quedé pensativo tratando de averiguar quien era. - ¿No me conoces? -No... ¿quién eres? Pensé en Juanb (Juan Blanquito) pero no me atreví a decir su nombre por si metía la pata. Y al fin exclamó: ¡Soy Juan Blanquito! Joer, qué pequeño es el mundo, pensé. Me presentó a su hermano Manolo. Me explicó que durante el recorrido me ha estado haciendo señas (ellos iban justo al lado de la cabecera de la manifestación) pero yo continué sin enterarme. Nos pusimos en marcha los tres charlando amigablemente. Entramos a un bar a tomar algo y, sentaditos, hemos hablado un rato. Juan no me ha dejado pagar, eso no está bien, dice que en el próximo encuentro me toca pagar a mí. Vale, lo advierto, ese día que nadie se adelante que pagaré yo. Después, juntos, nos hemos ido hacia el Triunfo donde Juan y Manolo han cogido el tren y yo el metro. Así que ya ves, amigo Manuel el encuentro tan grato que te has perdido por no habernos visto. Que te lo diga Juan, que te lo diga, verás que él te lo explicará igual. Bien, amigo Manuel, que las fotos que he hecho las tienes a tu disposición ¿Tú has hecho también?.
Venga, nos vemos. Un abrazo.
