Bueno empezare yo:
Con el tiempo todo se olvida," mentira"
Yo con el tiempo te tengo mas presente,
tu recuerdo lo siento cada dia mas cerca
los recuerdos se empeñan en jugarme malas
pasadas.
Tu siempre estas en mi mente. te llevaste muchas
preguntas sin respuesta, mucho cariño que hoy me falta
sueños sin cumplir.
Yo me acuerdo de los Domingos en la cocina con un
barreño de agua los baños, y la ropa en la lumbre
yo sentado en la pequeña silla a la espera de que la ropa se
secara.
Las navidades, dias antes tu como muchas madres en el horno preparabas
los rosco y los nochebuenos, para mi era un dia de fiesta, a la salida
del colegio con mi carro te ayudaba con los cestos llenos de dulces,
fruto de tu trabajo, los sabores no se me olvidaran nunca.
Con el tiempo todo se olvida," mentira"
Yo con el tiempo te tengo mas presente,
tu recuerdo lo siento cada dia mas cerca
los recuerdos se empeñan en jugarme malas
pasadas.
Tu siempre estas en mi mente. te llevaste muchas
preguntas sin respuesta, mucho cariño que hoy me falta
sueños sin cumplir.
Yo me acuerdo de los Domingos en la cocina con un
barreño de agua los baños, y la ropa en la lumbre
yo sentado en la pequeña silla a la espera de que la ropa se
secara.
Las navidades, dias antes tu como muchas madres en el horno preparabas
los rosco y los nochebuenos, para mi era un dia de fiesta, a la salida
del colegio con mi carro te ayudaba con los cestos llenos de dulces,
fruto de tu trabajo, los sabores no se me olvidaran nunca.
Querido paisano Juan Angel, he leído tu escrito y. Siguiendo la propuesta que haces aquí va un cuento dedicado a las madres ausentes y a los hijos presentes.
El cuento de las larvas
En el fondo de un estanque había una comunidad de larvas enganchadas en el tallo de un lirio, desde donde podían contemplar sin saber que era, la superficie del lago con mucha luz, objetos desconocidos para ellas, unos brillantes otros mas opacos, unos que se movían, otros que parecían más inmóviles, algunos parecían seres vivos otros no, aquello era algo misterioso, intrigante e inexplicable para las larvas.
De tanto en tanto alguna de las larvas se soltaba del tallo y el agua la empujaba hacia arriba, las otras larvas observaban como subía hacia arriba hasta que llegaba un momento en que se perdía, desaparecía de sus campos de visión.
Intrigadas con aquellas desapariciones, un día le dice una larva a otra: hacemos un trato, que trato, contesta la segunda, a lo que la primera dijo, mira si tu subes antes que yo arriba, bajas y me cuentas que es lo que hay allí arriba y como es aquello, y si soy yo la que me escapo del tallo y subo antes que tu, yo bajaré y te explicaré como es aquello, de acuerdo, dijo la segunda.
Al cabo de un tiempo, una de las larvas se escapó del tallo y subió para arriba, al llegar a la superficie del agua no-tenia conciencia de donde estaba ni que estaba pasando, el viento la empujó encima de una hoja de lirio de las muchas que había sobre el estanque, el sol empezó a calentarla, el aire a bañarla y cuando abrió los ojos y se observó era una hermosa libélula con unas grandes alas plateadas que pronto experimentó que le servían para volar.
Fue sobrevolando el lago lleno de hojas e insectos, luz y color, cuando de pronto se recordó de la promesa que le había hecho a la otra larva su amiga y compañera de fatigas, tenia que bajar al fondo del estanque para contarle como era y que pasaba en la superficie del agua.
Sin pensárselo dos veces, se lanza en picado hacia el agua, con la intención de bajar, pero el agua se lo impedía, la expulsaba hacia fuera, lo intentó unas cuantas veces sin conseguirlo, entonces se paró a descansar y a pensar de que forma podría conseguir bajar hasta el fondo para cumplir su promesa.
Pero inmersa en esos pensamientos, se dijo, y si consigo llegar abajo servirá de algo por que mi amiga larva no me reconocerá, yo ya no soy una larva, ahora soy una hermosa y grande libélula, que no se parece en nada a una larva, no me reconocerá ni me creerá, así que nuestra larva libélula renunció a seguir intentándolo y optó por esperar a que su querida amiga subiera experimentara y comprendiera por ella misma, el por que no había podido cumplir con su promesa.
Emilio Cazorla
El cuento de las larvas
En el fondo de un estanque había una comunidad de larvas enganchadas en el tallo de un lirio, desde donde podían contemplar sin saber que era, la superficie del lago con mucha luz, objetos desconocidos para ellas, unos brillantes otros mas opacos, unos que se movían, otros que parecían más inmóviles, algunos parecían seres vivos otros no, aquello era algo misterioso, intrigante e inexplicable para las larvas.
De tanto en tanto alguna de las larvas se soltaba del tallo y el agua la empujaba hacia arriba, las otras larvas observaban como subía hacia arriba hasta que llegaba un momento en que se perdía, desaparecía de sus campos de visión.
Intrigadas con aquellas desapariciones, un día le dice una larva a otra: hacemos un trato, que trato, contesta la segunda, a lo que la primera dijo, mira si tu subes antes que yo arriba, bajas y me cuentas que es lo que hay allí arriba y como es aquello, y si soy yo la que me escapo del tallo y subo antes que tu, yo bajaré y te explicaré como es aquello, de acuerdo, dijo la segunda.
Al cabo de un tiempo, una de las larvas se escapó del tallo y subió para arriba, al llegar a la superficie del agua no-tenia conciencia de donde estaba ni que estaba pasando, el viento la empujó encima de una hoja de lirio de las muchas que había sobre el estanque, el sol empezó a calentarla, el aire a bañarla y cuando abrió los ojos y se observó era una hermosa libélula con unas grandes alas plateadas que pronto experimentó que le servían para volar.
Fue sobrevolando el lago lleno de hojas e insectos, luz y color, cuando de pronto se recordó de la promesa que le había hecho a la otra larva su amiga y compañera de fatigas, tenia que bajar al fondo del estanque para contarle como era y que pasaba en la superficie del agua.
Sin pensárselo dos veces, se lanza en picado hacia el agua, con la intención de bajar, pero el agua se lo impedía, la expulsaba hacia fuera, lo intentó unas cuantas veces sin conseguirlo, entonces se paró a descansar y a pensar de que forma podría conseguir bajar hasta el fondo para cumplir su promesa.
Pero inmersa en esos pensamientos, se dijo, y si consigo llegar abajo servirá de algo por que mi amiga larva no me reconocerá, yo ya no soy una larva, ahora soy una hermosa y grande libélula, que no se parece en nada a una larva, no me reconocerá ni me creerá, así que nuestra larva libélula renunció a seguir intentándolo y optó por esperar a que su querida amiga subiera experimentara y comprendiera por ella misma, el por que no había podido cumplir con su promesa.
Emilio Cazorla