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PEDRO MARTINEZ: hola maricarmen este tanbien es mi pueblo...

Viernes 3 de diciembre de 2010
Francisco Javier
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Is 29,17-24: Aquel día, verán los ojos de los ciegos
Salmo 26: Como ustedes han creído.
Mt 9,27-31: Que suceda como ustedes han creído

La ceguera de estos hombres es una situación que les impide abrir los ojos ante aquellos que los tienen excluidos de la sociedad por su supuesta situación de impureza. Les impide actuar, enfrentarse contra el sistema opresor. Jesús cura a dos ciegos que creen en él. Ellos confían en el poder liberador que tiene Jesús para sanarlos y dan prueba de una auténtica fe. Lo llamaron “Hijo de David”, título mesiánico que designaba el liberador nacional de Israel. Jesús les acepta esa fe, pero les abre los ojos para que vean que él es radicalmente diferente a lo que ellos suponían. Jesús libera haciéndolos conscientes de su situación. Los ciegos recuperan la visión y superan la perspectiva de una liberación puramente nacionalista. Recuperar la vista es hacerse sujetos sociales dignos, con los mismos derechos de vida y de reconocimiento. Ellos no se pueden contener y salen a anunciar la obra de Jesús como personas reconocidas y redignificadas por Jesús. Miremos nosotros hoy: ¿cuáles son las situaciones de ceguera que no permiten al ser humano serlo con dignidad? ¿En quién ponemos nuestra confianza para salir de dichas situaciones? y ¿cómo estamos ayudando a los que aún no recuperan la vista, su vida y su reconocimiento como personas dignas?

La fiesta de Francisco Javier, legendario símbolo de las misiones católicas, puede hacernos meditar en los cambios tan notables que no sólo ha registrdo el mundo -como siempre iba ocurriendo- sino también el catolicismo -lo que no ha ocurrido durante siglos-. Ha sido sólo en estos 50 últimos años que el catolicismo (al mismo ritmo que las Iglesias protestantes) ha asumido cambios profundos, confrontándose y asumiendo nuevos paradigmas, nuevas formas de ver y de pensar. El Concilio Vaticano II fue la asunción del paradigma moderno, cuyo encuentro y reconciliación tenía la Iglesia católica pendiente desde hacía varios siglos. Pero a ese paradigma de la modernidad han sucedido varios otros en estas últimas décadas. Fruto de todo ello ha sido que casi todos los grandes elementos del cristianismo han resultado reformulados. Grandes significaciones ligadas a grandes figuras del pasado quedan con frecuencia descolgadas, necesitadas de una fuerte «relectura». Es el caso de Javier, el gran misionero de Oriente, que fue allá convencido de que merecía la pena sacrificarse para conseguir librar del infierno a tantos hombres y mujeres que morían fuera de la Iglesia, destinados a una condenación segura. La Misión continúa teniendo sentido, y mucho sentido, pero otro sentido, y un sentido muy otro.

Colaboración Servicio Bíblico

hola maricarmen este tanbien es mi pueblo
a qui naci y en alamedille me crie
asi que tengo dos pueblines como dice señito
un besillo