La alegría de los campos
Un joven aparca su coche justo a la entrada de un gran Banco. Se le acerca un guardia de deguridad.
-Aquí no se puede aparcar. Enseguida van a salir los banqueros.
-No importa. Llevo antirrobo.
Un joven aparca su coche justo a la entrada de un gran Banco. Se le acerca un guardia de deguridad.
-Aquí no se puede aparcar. Enseguida van a salir los banqueros.
-No importa. Llevo antirrobo.
A Juan le da un acceso de tos.
-Ese catarro, Juan! ¡Tienes que ir al médico! -dice Pepe.
-Si ya voy! ¡Desde hace un año estoy yendo! Y cada visita me quita algo. Primero, el tabaco. Luego el alcohol. Luego la sal, el azúcar, las grasas... ¡Lo único que no me quita es el catarro!
-Ese catarro, Juan! ¡Tienes que ir al médico! -dice Pepe.
-Si ya voy! ¡Desde hace un año estoy yendo! Y cada visita me quita algo. Primero, el tabaco. Luego el alcohol. Luego la sal, el azúcar, las grasas... ¡Lo único que no me quita es el catarro!