Rebaja tu factura AQUÍ

PEDRO MARTINEZ: Hola, Sensi, muy buenas tardes. Tengo ganas de ver...

Hola Pepemg, parece que vamos a ver la nieve este fin de semana... besillos...

Hola, Sensi, muy buenas tardes. Tengo ganas de ver un nevazo en nuestro pueblo, de verlo todo blanco, inmaculado... el cuerpo frío, pero la mente despierta para gozar de tanta belleza... No he visto la nieve ahí desde la década de los cuarenta cuando yo era todavía un chavalillo. Recuerdo una nevada copiosísima de entonces. Salí a verla yo solito. Lo hice por las hoyas del panteón sobre las terreras que dan al barranco, frente al cortijillo. Por allí, antes que yo, había pasado alquien sembrando las pisadas sobre la nieve con monedas, perras gordas, perras chicas y algún realilllo. En cada pisada, una. El hombre, no creo que en aquel tiempo fuese mujer la que se atreviera a pasear sobre un metro de nieve, debía tener el bolsillo del pantalón roto o se le rompió en ese momento. La alegría fue mía, el disgusto de él ¡pobrecillo! en aquellos tiempos en que el dinero no sobraba. No me acuerdo qué hice con aquel dinero. Lo habría devuelto de haber sabido a quien pertenecía. Pero, posiblemente, me lo gastaría en caramelos en la tienda de Manolico de Claudio.

Bueno, Sensi, ¿qué tal vas, hija? Todos deseamos ardientemente tengas una mejoría duradera. Cuídate. Y ya mismo tenemos ahí el verano y nos reuniremos y esta vez te queremos a ti presidiendo la mesa.

Venga, besillos.