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PEDRO MARTINEZ: Buenos días y feliz domingo, Mari Ángeles....

Buenas tardes Pepemg.
¿Sigues saliendo a buscar setas?
Tienes que aprovechar, que ya mismo se acaban. La temporada es muy corta. Aun no he comprado este año. Es que telaa, al precio que van.
Buenoo que voy a ser abuela.<quiero estar muy contentaa, pero interiormente, tengo un pellizco cogido en el estómago.
Mi madre ha estado hospitalizada, pero ya esta en casa.
Un abrazo.

Buenos días y feliz domingo, Mari Ángeles.

Anoche contesté este mensaje tuyo. Me faltó un detalle: se me pasó hablarte de mis salidas por setas por esas montañas de Dios, tema por el cual me preguntabas. Toda pregunta debe tener respuesta. Ahí va la mía. Siempre es grato constatar que los amigos se interesan por tus cosas. Pues primero de todo, gracias por ese interés tuyo. Y en cuanto a las salidas en busca del suculento rovellón, precisamente ayer, sábado, hice mi última excursión a la montaña. No tan lejos como las veces anteriores debido a la hora en que salimos (tres de la tarde) y a que las setas van bajando ya de las altas cotas hacia la costa. Nos desplazamos a Castellterçol, un buen sitio, donde, a pesar de estar el rovellón tan buscado, aún así encontramos un par de kilillos. Nada mal. Allí había una familia entera -se preparaban para regresar- y apenas si llevaban unos cuantos. Tuvimos suerte. Tomás, mi yerno, y Montse, mi hija, verdaderos expertos que huelen donde están escondidas. Yo no escudriñaba tanto el terreno como ellos hacían y no fui tan afortunado. Luego, los rovellones encontrados por todos, los repartimos. A las siete y media, casi a las ocho, ya estábamos de vuelta. Una tarde placentera por el bosque, ya subes, ya bajas, cansándote y tomando un respiro de tanto en tanto. La temperatura era de 8ºC, pero subiendo y bajando laderas, hubo algún momento en que uno comenzaba a sudar. Es luego, al descender al carril que discurre entre montañas, cuando sientes un poco de pelusilla en la piel. A mitad de camino una paradita para tomar un cafelillo bien calentico y para casa. Esta noche he dormido como un bendito. Es que las salidas al campo son muy reconfortantes.

Venga, un abrazo.