Rebaja tu factura AQUÍ
Corresponde dar cuenta en el Foro de los eventos en que los foreros participamos y publicar en él las fotografías tomadas en los mismos. Sí bien primero hemos hablado en Facebook de nuestro encuentro del sábado pasado ello se debe al retraso conque aceptan aquí tus fotos. A continuación, y para aquellas personas que no entran en Facebook, a continuación dejo copia de lo que allí ya dijimos:
Ayer, sábado, Dolores Caballero, Mari Ángeles y yo quisimos satisfacer a Josefina Espinosa en su deseo de venir una tarde a merendar a su casa. A pesar de la lluvia torrencial nos plantamos allí, en Sabadell, en torno a las seis y media de la tarde. Salva y ella nos esperaban en la puerta. Besos, apretón de manos, recibimiento jubiloso. A continuación llegaron David, hijo de Mari Ángeles y Natalia, nieta de Josefina. Más besicos y más apretones de manos. David y Natalia tras un ratico con nosotros y tras posar con Mari Ángeles ante la cámara de Pepemg y después de hacernos ellos un par de fotografías a nosotros (las fotografías que acompaño) marcharon a un bautizo. Nosotros cinco estuvimos charlando distendidamente sobre el pueblo y otros muchos temas amenos. Salva y Josefina nos enseñaron su casa, las muchas fotografías enmarcadas de su familia, algún cuadro pintado por su hija Esmeralda que por cierto ha expuesto su obra recientemente y también nos habló del tiempo en que regentaba un taller de costura en el que tenía más de un centenar de alumnas a su cargo, llegando incluso a celebrar dos pasarelas en un local de Sabadell con los vestidos confeccionados. Pero llegado el momento de la merienda Josefina no paraba de sacar cosas y más cosas, por lo menos diez variedades de alimentos. Eso no fue una merienda sino una cena en toda regla. Estamos, Josefina, en deuda con vosotros. Tendremos que ir turnándonos: la próxima vez en casa de Dolores, de Mari Ángeles o en la mía. ¿Sí? Ir fijando fecha. Nada, una tarde maravillosa con gente maravillosa. La despedida afectuosa como la llegada pero un poquito más triste por tener que separarnos. Un abrazo. Pepemg.
Ayer, sábado, Dolores Caballero, Mari Ángeles y yo quisimos satisfacer a Josefina Espinosa en su deseo de venir una tarde a merendar a su casa. A pesar de la lluvia torrencial nos plantamos allí, en Sabadell, en torno a las seis y media de la tarde. Salva y ella nos esperaban en la puerta. Besos, apretón de manos, recibimiento jubiloso. A continuación llegaron David, hijo de Mari Ángeles y Natalia, nieta de Josefina. Más besicos y más apretones de manos. David y Natalia tras un ratico con nosotros y tras posar con Mari Ángeles ante la cámara de Pepemg y después de hacernos ellos un par de fotografías a nosotros (las fotografías que acompaño) marcharon a un bautizo. Nosotros cinco estuvimos charlando distendidamente sobre el pueblo y otros muchos temas amenos. Salva y Josefina nos enseñaron su casa, las muchas fotografías enmarcadas de su familia, algún cuadro pintado por su hija Esmeralda que por cierto ha expuesto su obra recientemente y también nos habló del tiempo en que regentaba un taller de costura en el que tenía más de un centenar de alumnas a su cargo, llegando incluso a celebrar dos pasarelas en un local de Sabadell con los vestidos confeccionados. Pero llegado el momento de la merienda Josefina no paraba de sacar cosas y más cosas, por lo menos diez variedades de alimentos. Eso no fue una merienda sino una cena en toda regla. Estamos, Josefina, en deuda con vosotros. Tendremos que ir turnándonos: la próxima vez en casa de Dolores, de Mari Ángeles o en la mía. ¿Sí? Ir fijando fecha. Nada, una tarde maravillosa con gente maravillosa. La despedida afectuosa como la llegada pero un poquito más triste por tener que separarnos. Un abrazo. Pepemg.
Está también narrado el mini encuentro-merienda, que disfrutamos al leerlo los no asistentes, casi tanto como vosotros, jajaja
Que envidia sana provoca en nuestro paladar y sobretodo en nuestro espíritu tan sabrosos manjares y mejores compañías. Nos alegra ver lo bien que lo pasasteis, un abrazo para todos. A, Cazorla
Que envidia sana provoca en nuestro paladar y sobretodo en nuestro espíritu tan sabrosos manjares y mejores compañías. Nos alegra ver lo bien que lo pasasteis, un abrazo para todos. A, Cazorla
