muy bonita antonio
Gracias de nuevo JOSEFINA.
denada poeta
Buenas noche de nuevo, JOSEFINA, os dejo estas letrillas.
LA FAROLA
Sentada estaba en la plaza;
Y le di las buenas tardes.
Me contestó sin demora;
El día estaba que arde.
Empezamos a charlas;
Sobre el calor del verano.
Iba llegando el ocaso;
Y yo le cogí la mano.
Le dije, que si quería,
Podíamos dar un paseo.
No me gusta mucha gente;
Armando tanto jaleo.
Asedió con su sonrisa;
Y llegamos a una esquina.
Con una luz de farola,
Y otra en una marquesina.
Para tener intimidad;
Tiré una piedra, ¡acertando!
Pude apagar la farola;
Que nos estaba estorbando.
La noche era calurosa,
La Luna estaba dormida,
No había que perder el tiempo;
En una esquina escondida.
Los besos se sucedieron;
Y otras cosas que me callo.
Sudaba a chorro pelado;
Y eso que no tenía sayo.
En el furor de la noche;
Fue contándome sus penas.
Yo a lo mío y sin demora;
A terminar la faena.
En la mitad del trabajo;
Pude vislumbrar unas luces.
Llegaba la policía;
Me di, con ella de bruces.
Le estampé; sin miramientos.
Mi derecho a intimidad.
¡Me dieron un sopla mocos!
Y ya no puede hablar más.
Un vecino; no sé, como,
Estaba tomando el fresco.
Y llamó a la policía.
¡Lo destrozo si lo pesco!
Pero el pescado; fui y yo.
Camino del calabozo.
Le dije: “fue sin querer”
Y mi gozo cayó al pozo.
No se anduvo con chiquitas
Aquel sargento matón
Me largó una bofetada
Y después, me preguntó
Como seguí con la mía,
-Que había sido sin querer-
Me calentaron el cuerpo;
Y el ojo, ¡a la virulé!
Me invitaron al hotel;
Con catre en la habitación,
El retrete muy andrajoso;
Recostado en un rincón.
Le pregunté por la chica,
¡Que donde la habían llevado!
Me dijeron que a su casa,
Con ella nada ha pasado.
Nos dijo que te advirtió;
¡No tire piedra ninguna!
Que la farola es muy linda;
Verde como la aceituna.
Usted la llevó a la fuerza;
Agarrada de la mano.
No quiso gritar, no fuera;
La escucharan sus hermanos.
Al parecer son muy rudos;
Y con pegadas potentes.
Se ha librado de una buena;
Podían romperle los dientes.
Me había dicho que era sola,
Huérfana y muy desgraciada,
¡Tenía más farolas vistas!
Que la feria de Granada.
A. E. I.
LA FAROLA
Sentada estaba en la plaza;
Y le di las buenas tardes.
Me contestó sin demora;
El día estaba que arde.
Empezamos a charlas;
Sobre el calor del verano.
Iba llegando el ocaso;
Y yo le cogí la mano.
Le dije, que si quería,
Podíamos dar un paseo.
No me gusta mucha gente;
Armando tanto jaleo.
Asedió con su sonrisa;
Y llegamos a una esquina.
Con una luz de farola,
Y otra en una marquesina.
Para tener intimidad;
Tiré una piedra, ¡acertando!
Pude apagar la farola;
Que nos estaba estorbando.
La noche era calurosa,
La Luna estaba dormida,
No había que perder el tiempo;
En una esquina escondida.
Los besos se sucedieron;
Y otras cosas que me callo.
Sudaba a chorro pelado;
Y eso que no tenía sayo.
En el furor de la noche;
Fue contándome sus penas.
Yo a lo mío y sin demora;
A terminar la faena.
En la mitad del trabajo;
Pude vislumbrar unas luces.
Llegaba la policía;
Me di, con ella de bruces.
Le estampé; sin miramientos.
Mi derecho a intimidad.
¡Me dieron un sopla mocos!
Y ya no puede hablar más.
Un vecino; no sé, como,
Estaba tomando el fresco.
Y llamó a la policía.
¡Lo destrozo si lo pesco!
Pero el pescado; fui y yo.
Camino del calabozo.
Le dije: “fue sin querer”
Y mi gozo cayó al pozo.
No se anduvo con chiquitas
Aquel sargento matón
Me largó una bofetada
Y después, me preguntó
Como seguí con la mía,
-Que había sido sin querer-
Me calentaron el cuerpo;
Y el ojo, ¡a la virulé!
Me invitaron al hotel;
Con catre en la habitación,
El retrete muy andrajoso;
Recostado en un rincón.
Le pregunté por la chica,
¡Que donde la habían llevado!
Me dijeron que a su casa,
Con ella nada ha pasado.
Nos dijo que te advirtió;
¡No tire piedra ninguna!
Que la farola es muy linda;
Verde como la aceituna.
Usted la llevó a la fuerza;
Agarrada de la mano.
No quiso gritar, no fuera;
La escucharan sus hermanos.
Al parecer son muy rudos;
Y con pegadas potentes.
Se ha librado de una buena;
Podían romperle los dientes.
Me había dicho que era sola,
Huérfana y muy desgraciada,
¡Tenía más farolas vistas!
Que la feria de Granada.
A. E. I.
Jajaja.... Antonio, que graciosas estas letrillas, me han gustado... sigue poniéndonos más.. besillos.