Antonia que pases buenas noches, nuestra amiga Josefina nos tiene abandonadas, no se que le pasara, seguramente no se encuentra bien... besillos..
SENSI, te veo más por el facebook, que por aquí. Te invito a que nos escuche, esta tarde, y si lo deseas, llamar.
Un abrazo para Ti, para ANTONIA, JOSEFINA, VICTORIA Y DEMAS AMIGOS. Os dejo estas letrillas.
PUEBLOS TRISTES
¡Qué seco, deja el verano!
Las dehesas y los valles.
De este Andévalo bravío,
Con poca gente en sus calles.
Emigrantes, todos ellos,
Gente ruda, buena casta
Buscando nuevos oficios,
Porque ya dijeron ¡Basta!
¡Qué triste, dejar tu tierra!
Dejar tu gente y tu casa
Las calles, donde has corrido,
El huerto de vieja traza.
El beso, ¡Aquel escondido!
En la esquina la farola;
La de la bombilla vieja,
Y fundida, triste y sola.
Quedó el candil, que servía
De luz, a un viejo cuartillo;
O, para alumbrar, de noche
El sueño de los chiquillos.
¡Adiós! Al pajar, la cuadra,
Los mulos y la vertedera.
Todo quedó abandonado,
O tirado a la esterquera.
El horno, donde se hacía,
El pan nuestro, en madrugada;
Se va cayendo, a pedazos,
Sin hacer, más amasadas.
El pozo, donde sacaban,
El agua para beber;
Abandonado y hundido,
Ya no quitará más sed.
El canasto de los higos,
Y aquel cestillo de pan;
Quedaron en el olvido,
Y nunca más se servirá.
Cortijos abandonados,
Con las tejas levantada;
Las ventanas, de maderas,
Todas rotas, destrozadas.
Las cancelas echas ñisca,
¡Nadie las sabe arreglar!
Los abuelos, quedan solos,
Sin saber si volverán.
Los sueños; solo son sueños,
Soñaron con mejorar,
Y sin embargo, ya vemos,
No los dejan avanzar.
¡Qué tristes quedan los pueblos!
Sin la sabia juventud
¡Nadie ha escuchado sus gritos!
¿Los escuchará Jesús?
A. E. I.
Un abrazo para Ti, para ANTONIA, JOSEFINA, VICTORIA Y DEMAS AMIGOS. Os dejo estas letrillas.
PUEBLOS TRISTES
¡Qué seco, deja el verano!
Las dehesas y los valles.
De este Andévalo bravío,
Con poca gente en sus calles.
Emigrantes, todos ellos,
Gente ruda, buena casta
Buscando nuevos oficios,
Porque ya dijeron ¡Basta!
¡Qué triste, dejar tu tierra!
Dejar tu gente y tu casa
Las calles, donde has corrido,
El huerto de vieja traza.
El beso, ¡Aquel escondido!
En la esquina la farola;
La de la bombilla vieja,
Y fundida, triste y sola.
Quedó el candil, que servía
De luz, a un viejo cuartillo;
O, para alumbrar, de noche
El sueño de los chiquillos.
¡Adiós! Al pajar, la cuadra,
Los mulos y la vertedera.
Todo quedó abandonado,
O tirado a la esterquera.
El horno, donde se hacía,
El pan nuestro, en madrugada;
Se va cayendo, a pedazos,
Sin hacer, más amasadas.
El pozo, donde sacaban,
El agua para beber;
Abandonado y hundido,
Ya no quitará más sed.
El canasto de los higos,
Y aquel cestillo de pan;
Quedaron en el olvido,
Y nunca más se servirá.
Cortijos abandonados,
Con las tejas levantada;
Las ventanas, de maderas,
Todas rotas, destrozadas.
Las cancelas echas ñisca,
¡Nadie las sabe arreglar!
Los abuelos, quedan solos,
Sin saber si volverán.
Los sueños; solo son sueños,
Soñaron con mejorar,
Y sin embargo, ya vemos,
No los dejan avanzar.
¡Qué tristes quedan los pueblos!
Sin la sabia juventud
¡Nadie ha escuchado sus gritos!
¿Los escuchará Jesús?
A. E. I.
