Una operación hoy es como coser y cantar. Un pinchacillo, duermes un rato y cuando despiertes ya estás operada. Dos veces he pasado yo por el quirófano y he ido tranquilo, una de las dos con los huesos de la muñeca izquierda fuera y partidos y rotos los de la derecha, más dos costillas, más la pelvis... que te voy a contar iba de lo peor que te puedes imaginar, pero eso sí iba tranquilo, con fortaleza, sin miedo. Tuve ánimos hasta el extremo de ponerme a contar chistes a mi madre y a mi mujer para que ellas no sufrieran. Conque, María Dolores, ánimo, mucho ánimo, ve tranquila. Todo va a ir bien.
Venga, un abrazo.
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