María, buenas tardes. En verdad que lo hemos pasado de maravilla en la
reunión. Oye: ¿por qué no te animas y te vienes este año a la del
pueblo y de
camino le haces una visita a la Garrucha para rememorar en vivo tantas vivencias familiares de tu niñez? No te lo pienses mucho. ¡Ánimo! Esta tarde cuando cuelgue las herramientas vete a caso con este buen deseo en el alma. Besillos.