Hoy tenemos que decir "no a una economía de la exclusión y la inequidad". Esta economía mata. No puede ser que no sea noticia que muere de frío un anciano en situación de calle y que sí lo sea una caída de dos puntos en la bolsa. Eso es exclusión. No se puede tolerar más que se tire comida cuando hay gente que pasa hambre. Eso es inequidad. La inequidad genera tarde o temprano una violencia que las carreras armamentistas no resuelven ni resolverán jamás. Se vuelve necesaria una educación que enseñe a pensar críticamente y que ofrezca un camino de maduración en valores.