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PEDRO MARTINEZ: INMIGRACION TORRE ROMEU SEGUNDA PARTE...

INMIGRACION TORRE ROMEU SEGUNDA PARTE
La conversación entre la Rosa 8y su hija lo confirma: "Aquí he trabajao mucho, Haciendo faenas, subasta que ya se me quedarón dos hijas mías viudas y Tuve que cuidar de los niños. A lo primero que venir aquí, no te creas tú que estaba Jodi ¡claro! Ahora va una mujer a Trabajar y ECHA... y le pagan a 200 a 250, ya nosotras nos pagaban ¡a 4 pesetas! - ¡pero mama, DATE CUENTA de la vida de antes en la vida de ahora! - ¡pos miedo eso! que Cuando vinimos no estaba la cosa... - ¡claro que no estaba! - ¿Qué aparecieron por las cosas mal -ant Había más trabajo, pero se pasaba más hambre, más falta que hoy. Hoy aquí hay gente que pasa falta, pero se pasa menos se pasa menos que antes... -y al que le Hace Mucha falta le dan que antes te Daban un duro o 4 pesetas por estar una hora o dos lavanda... Y ahora hay detergentes que Lavan solos... ¡no he restregado yo ni na los Trapos! Tenía 9 casas de faena ya la semana tenía que acero las 9. Eso ha Sido aquí. En una echaba una hora, que no tenía que ir todos los días a las 9 casas, pero las Había que repartir en la semana. Que he trabajado aquí també mucho. Así estoy de Robella de tantos Trabajar... ".

Son ejemplos, entre muchos, de que la ocultación del trabajo femenino es una constante sistemática en todas las fuentes estadísticas, aunque de una dimensión mayor que la del trabajo en general.

La economía formal
Las ocupaciones de las personas asalariadas del barrio siguen la estructura industrial de Sabadell en aquellos años, donde la industria de la lana era la más importante con tendencia a crecer, y donde, también, el sector metalúrgico experimentó en la década de los 50 una crecida, generalmente en empresas de pequeñas dimensiones. Si bien en el conjunto de Sabadell es a partir de los sesenta cuando se produce un crecimiento extraordinario del sector de la construcción, en el barrio de Torre Romeu, a la mitad de los cincuenta, una cuarta parte de los trabajadores lo son ya de la construcción.
El 48,72% de las personas asalariadas del barrio en 1955 son obreros de la industria, muy mayoritariamente al textil, y en un bajo porcentaje en la metalurgia. El textil encuadra cerca de la mitad (42,95%) del total de trabajadores y trabajadoras9. Hay señalar el alto porcentaje femenino en esta especialidad: 78,83% del total de las asalariadas.

La industria textil es, pues, la que mantenía una mayor cantidad de mujeres pero también trabajaban muchos hombres y podemos constatar una clara división del trabajo según el sexo. En todo el proceso de la hilatura las mujeres son absoluta mayoría, aunque existen obreros masculinos en casi todas las pequeñas tareas en las que este trabajo se divide. En el tejido, es decir en el trabajo directo en el telar, aunque se encuentran mujeres, la inmensa mayoría son hombres. Los hombres, además, son casi los únicos trabajadores del 'ramo del agua', o sea, el trabajo de teñir la lana y de trabajar los aprestos. Y, por último, los hombres trabajaban en los acabados o procesos de acción eminentemente física que se realizan sobre los tejidos hasta que presentan el estado necesario para la venta o para el uso final de piezas de lana tejidas.
Y, como siempre, la división de tareas en la industria textil utiliza como excusa para retribuir hasta un 40% menos el trabajo asignado a las mujeres respecto a los trabajos masculinos.

En la Metalúrgica trabajan el 8,16% del total de hombres (ninguna mujer), que representan el 5.77% de la población asalariada.

La Construcción aparece como segunda especialidad en importancia numérica. Especialidad exclusivamente masculina, trabajan el 34.14% del total de hombres trabajadores, que representan el 24,15% de la población obrera.
El Servicios sería el tercer gran sector de empleo, 12,39% del total.
El Campo resulta ser el cuarto sector, hecho significativo, especialmente si tenemos en cuenta que la agricultura no ha tenido nunca un papel destacado en Sabadell.

Relaciones sociales: la familia y la vecindad
He dividido el estudio en apartados para que ésta parece ser la forma más lógica de relatar y explicar algo. Sin embargo la historia de las personas (y sus recuerdos narrados y utilizados como fuente de estudio), como nos decía Paul Thompson, se mueven en el tiempo traspasando las barreras entre trabajo y casa, política y cultura, un lugar y otro, detrás de las cuales muchas de nuestros datos escritas y nuestros términos interpretativos -en realidad nuestros conceptos-, están separados. Las fuentes orales posibilitan la única manera de superar estas barreras, estudiar, por ejemplo, las dos partes de un proceso migratorio, o explorar la interacción mutua entre la familia y la economía. Pero este indudable valor de la fuente oral convierte la ventaja en un problema difícil de resolver en la exposición forzosamente lineal de la palabra escrita.