PEDRO MARTINEZ: Enséñame a dar abrazos que acaricien el alma, llenos...

Enséñame a dar abrazos que acaricien el alma, llenos de ternura y que envuelvan al corazón que los recibe.
Que sanen y devuelvan el gozo, que sostengan al que está por derrumbarse y levanten al que está abatido.
Permíteme, mandar abrazos espirituales que abracen, aún en la distancia a quienes más quiero.