La Alhambra se levanta sobre la colina de la Sabika, uno de los puntos más elevados de la ciudad de Granada. Este emplazamiento buscaba una situación estratégica defensiva y a la vez transmitir un claro símbolo, donde la cima del poder es muy perceptible para el resto de la ciudad, una ubicación escogida para ser contemplada. 4 La ocupación de esta colina se remonta a tiempos romanos. Del año 666 datan las primeras referencias escritas de un emplazamiento militar en la zona. El conjunto tiene una forma alargada e irregular adaptada a la forma de la loma sobre la que se levanta. Su longitud es de 740 m. y su anchura varía entre los 40 y los 180 metros. 5
A partir de la muerte de Alhakén II, tercer califa de Córdoba, en 976 la historia política de la España musulmana se convierte en un cúmulo de reveses. La reconquista cristiana pasa a ser el impulso dominante dentro de la península. Lentamente, España se hace cristiana. El último reino musulmán, el de Granada, sobrevivía gracias a haber aceptado una teórica soberanía cristiana. La transformación de Granada de pequeña población en ciudad de cierta importancia ocurrió a principios del siglo XI, cuando la dinastía bereber de los Ziríes formó un principado semiindependiente. Bajo los tres gobernantes Habus, Badis y Abdallah (1025-1090) la ciudad aumentó en población. Los edificios estaban concentrados en la colina de la Alcazaba y en su entorno inmediato. Para la formación de la Alhambra el acontecimiento más importante es la construcción por el visir Yusuf ibn Nagrela de una fortaleza-palacio en la colina de la Alhambra. Un poema de Ibn Gabirol parece indicar que los leones de la fuente de los Leones se hallaban originariamente en el palacio de este visir judío. Puede que haya habido otras construcciones puramente militares en la colina de la Alhambra durante el período zirí, pero es difícil distinguirlas con precisión.
El año 1238 señala el segundo momento crucial de Granada. Muhammad ibn Nasr tomó la ciudad y mediante un prudente juego diplomático y el reconocimiento de la soberanía castellana, consiguió mantenerse como único gobernante de lo que aun quedaba de la España musulmana. La paradoja de la Andalucía nazarí consiste en el hecho de que un poder político y militar decadente, moribundo en realidad, coincida con una cultura original y sorprendentemente rica. La Alhambra se creó en un mundo políticamente inestable y económicamente próspero. Pueden mencionarse unos cuantos hitos cronológicos de la Alhambra. Con toda probabilidad las murallas exteriores y el acueducto se completaron para el final del siglo XIII. Los jardines y pabellones del Generalife datan al parecer del reinado de Isma'il (1314-1325). Pero los restos más importantes de la Alhambra (el complejo del patio de los Arrayanes y el de los Leones) pertenecen a la época de Yusuf I (1333-1354) y Muhammed V (1354-1359). Tras tres siglos de actividad, se diferencian tres sectores en la Alhambra: la alcazaba, el entramado urbano y los palacios
A partir de la muerte de Alhakén II, tercer califa de Córdoba, en 976 la historia política de la España musulmana se convierte en un cúmulo de reveses. La reconquista cristiana pasa a ser el impulso dominante dentro de la península. Lentamente, España se hace cristiana. El último reino musulmán, el de Granada, sobrevivía gracias a haber aceptado una teórica soberanía cristiana. La transformación de Granada de pequeña población en ciudad de cierta importancia ocurrió a principios del siglo XI, cuando la dinastía bereber de los Ziríes formó un principado semiindependiente. Bajo los tres gobernantes Habus, Badis y Abdallah (1025-1090) la ciudad aumentó en población. Los edificios estaban concentrados en la colina de la Alcazaba y en su entorno inmediato. Para la formación de la Alhambra el acontecimiento más importante es la construcción por el visir Yusuf ibn Nagrela de una fortaleza-palacio en la colina de la Alhambra. Un poema de Ibn Gabirol parece indicar que los leones de la fuente de los Leones se hallaban originariamente en el palacio de este visir judío. Puede que haya habido otras construcciones puramente militares en la colina de la Alhambra durante el período zirí, pero es difícil distinguirlas con precisión.
El año 1238 señala el segundo momento crucial de Granada. Muhammad ibn Nasr tomó la ciudad y mediante un prudente juego diplomático y el reconocimiento de la soberanía castellana, consiguió mantenerse como único gobernante de lo que aun quedaba de la España musulmana. La paradoja de la Andalucía nazarí consiste en el hecho de que un poder político y militar decadente, moribundo en realidad, coincida con una cultura original y sorprendentemente rica. La Alhambra se creó en un mundo políticamente inestable y económicamente próspero. Pueden mencionarse unos cuantos hitos cronológicos de la Alhambra. Con toda probabilidad las murallas exteriores y el acueducto se completaron para el final del siglo XIII. Los jardines y pabellones del Generalife datan al parecer del reinado de Isma'il (1314-1325). Pero los restos más importantes de la Alhambra (el complejo del patio de los Arrayanes y el de los Leones) pertenecen a la época de Yusuf I (1333-1354) y Muhammed V (1354-1359). Tras tres siglos de actividad, se diferencian tres sectores en la Alhambra: la alcazaba, el entramado urbano y los palacios