Buenas
noches Mari Ángeles.
Sí, Antonia como yo, somos aves
nocturnas. En este momento son las dos y algo de la madrugada y me encuentro en la gloria conmigo mismo, tengo paz, reflexiono, hablo con Dios de mis cosas, me examino si he faltado en algo a alguien y le pido perdón. No, no he salido a hacer
fotos pese a los días tan buenos que nos están haciendo. Me recluyo en
casa al estilo de un
ermitaño y no salgo para nada si no me precisa. Los viernes a
comprar y los domingos a
comer con mis hijos.
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