A lo lejos ya te veo
tú elegante figura
eres la envidia de los Montes,
como tu imagen no hay ninguna.
Eres poderoso caballero
un guerrero inmortal,
eres leyenda de fama
y como la tuya
no hay otra igual.
Por delante y por detrás
y por los lados también,
eres historia viva
y si nadie te conoce,
que venga aquí y lo diga.
Eres miniatura del Cerro
atenta y centinela siempre
mirando a los cuatro vientos,
por si el enemigo viene.
Eres la dama imperial
la que bajaba a la fuente
escoltada por guerreros,
baja cantando tristemente.
Llorando se queda las Erillas
el Mencal suspira tristemente
de ver sufrir a la Chimeneilla,
siendo guerrera y valiente.
Se va escondiendo la Luna
los luceros se apagan ya
las Estrellas se metieron,
Y el nuevo día amanece ya.
Un nuevo día que viene
otro y muchos más
y tu siempre en tu sitio,
ese eres tú, mi Cerro Mencal.
Manuel Lindez Rodríguez.
tú elegante figura
eres la envidia de los Montes,
como tu imagen no hay ninguna.
Eres poderoso caballero
un guerrero inmortal,
eres leyenda de fama
y como la tuya
no hay otra igual.
Por delante y por detrás
y por los lados también,
eres historia viva
y si nadie te conoce,
que venga aquí y lo diga.
Eres miniatura del Cerro
atenta y centinela siempre
mirando a los cuatro vientos,
por si el enemigo viene.
Eres la dama imperial
la que bajaba a la fuente
escoltada por guerreros,
baja cantando tristemente.
Llorando se queda las Erillas
el Mencal suspira tristemente
de ver sufrir a la Chimeneilla,
siendo guerrera y valiente.
Se va escondiendo la Luna
los luceros se apagan ya
las Estrellas se metieron,
Y el nuevo día amanece ya.
Un nuevo día que viene
otro y muchos más
y tu siempre en tu sitio,
ese eres tú, mi Cerro Mencal.
Manuel Lindez Rodríguez.