LEYENDAS GRANAINAS.
La casa del viejo capitán.
2da. parte.
"El valiente corchuelos"
Acababan de dar las doce de la noche, y ante la admiración de los seis corchetes que quedaron de ronda en la plazuela, y nuestro valiente alguacil Cosme Corchuelos, que así de llamaba, se intrudujo en la casa del viejo capitán...
La noche, transcurrió sin incidencias que destacar, ninguna novedad y, en vista de que el sol iluminaba ya los altos miradores y el alguacil Corchuelos no daba señales de vida, la ronda de corchetes, decidió registrar la casa y, con la animación que da la luz del día, penetraron en el edificio, registrandolo todo concienzudamente, y tras grandes esfuerzos, encontraron a Corchuelos, que estaba totalmente oculto y a punto de asfixiarse entre las mantas del lecho.
Momentos después, ya en el cuerpo de guardia de la Casa de los Medallones en la Plaza Larga, y tras apurar una copa de aguardiente, Cosme Corchuelos explicó;
"yo jamás he sido cobarde y he creído siempre que los trasgos y fantasmas son hijos de ruines y miedosos, pero, ¡por mi fe!, os juro, que en esta ocasión creo en las animas en pena y en los aparecidos...."
El que dude de lo que voy a decir, que se preste a la prueba.
Cuando penetré en la casa, provisto de mi linterna, recorrí sus habitaciones y cerré cuidadosamente los pestillos de sus puertas y me introduje en la alcoba, cuyo balcón da vista a la placeta, y lo entre abrí para poner avisar con prontitud a los corchetes que estaban haciendo guardia, me rendí en la cama y esperé.
El sueño se apoderó de mi, no se cuanto tiempo dormír, lo que si puedo asegurar, es que desperté sobresaltado.. estaba completamente a oscuras, intenté incorporarme para asomarme al balcón, pero sin saber por qué, un miedo pavoroso se apoderó de mi y no tuve alientos para levantarme... acababa de oír un golpe en el corredor...
La casa del viejo capitán.
2da. parte.
"El valiente corchuelos"
Acababan de dar las doce de la noche, y ante la admiración de los seis corchetes que quedaron de ronda en la plazuela, y nuestro valiente alguacil Cosme Corchuelos, que así de llamaba, se intrudujo en la casa del viejo capitán...
La noche, transcurrió sin incidencias que destacar, ninguna novedad y, en vista de que el sol iluminaba ya los altos miradores y el alguacil Corchuelos no daba señales de vida, la ronda de corchetes, decidió registrar la casa y, con la animación que da la luz del día, penetraron en el edificio, registrandolo todo concienzudamente, y tras grandes esfuerzos, encontraron a Corchuelos, que estaba totalmente oculto y a punto de asfixiarse entre las mantas del lecho.
Momentos después, ya en el cuerpo de guardia de la Casa de los Medallones en la Plaza Larga, y tras apurar una copa de aguardiente, Cosme Corchuelos explicó;
"yo jamás he sido cobarde y he creído siempre que los trasgos y fantasmas son hijos de ruines y miedosos, pero, ¡por mi fe!, os juro, que en esta ocasión creo en las animas en pena y en los aparecidos...."
El que dude de lo que voy a decir, que se preste a la prueba.
Cuando penetré en la casa, provisto de mi linterna, recorrí sus habitaciones y cerré cuidadosamente los pestillos de sus puertas y me introduje en la alcoba, cuyo balcón da vista a la placeta, y lo entre abrí para poner avisar con prontitud a los corchetes que estaban haciendo guardia, me rendí en la cama y esperé.
El sueño se apoderó de mi, no se cuanto tiempo dormír, lo que si puedo asegurar, es que desperté sobresaltado.. estaba completamente a oscuras, intenté incorporarme para asomarme al balcón, pero sin saber por qué, un miedo pavoroso se apoderó de mi y no tuve alientos para levantarme... acababa de oír un golpe en el corredor...