EL ÁRABE DEL MENCAL
Una persona amiga de mi mayor aprecio me ha recordado a un personaje morisco que, tras la reconquista, adoptó el nombre de Alonso de Aguilar, el Joraíque. Su nombre verdadero era Mohamed el Guahra el Churaique. Lo hemos relacionado con nuestro árabe, el que sucumbió a manos de un cortijero cuando aquel se disponía enseñarle el tesoro que guardaba en la cueva de Joraique en tierras pedromartineras.
Os explico primero, queridos paisanos y amigos, quien era este tal Joraíque: veremos seguido cómo la concatenación de varias coincidencias nos da la pista de cierta relación entre Joraique el monfí y nuestro Joraique, haré referencia a cierto autor, el cual afirma tajantemente que ambos -el Joraíque almeriense y nuestro Joraique- eran una misma persona; os obsequiaré con la letra de la canción que, Juan Perro (nombre artístico de Santiago Auserón, antiguo vocalista y tema El Joraique, incluido en su tercer disco, Mr. Hambre (2000) y, finalmente, que cada cual saque su propia conclusión.
Joraíque, fue un monfí, un «desterrado», quizá el más notorio de los bandoleros y piratas moriscos del siglo XVI en el sur de la península. Originalmente, un mudéjar, un musulmán al que se le permitía seguir viviendo entre los cristianos sin cambiar de religión, a cambio del pago de un tributo. Consecuentemente a la intolerancia, al desorden y la represión sistemática contra ellos por parte de las nuevas autoridades, especialmente después de la conversión forzosa al cristianismo, Joraique, como tantos otros musulmanes, no tuvo más remedio que echarse al monte... igual que pasó tras nuestra guerra civil por la represión franquista tras su triunfo contra la república. Este monfí, Joraique, fue sin duda, un campeón de la libertad para el morisco y, quizás, incluso un hombre santo a los ojos de los de su raza; para los del bando contrario, ya se sabe: un malhechor, un salteador de caminos y aldeas.
Joraique, según unos, era natural de Almería; otros dicen que vino al mundo en Thajal, en la provincia almeriense (sierra de los Filabres). Nació en torno a 1545, pues en abril de 1573, Pedro de Deza, presidente del Consejo de Población del Reino de Granada, le calculaba unos veintiocho años.
Las hazañas llevadas a cabo por Jaraique se desarrollan esencialmente en el transcurso de los años 1571 a 1573, si bien ya en 24-9-1566 se hallaba en Tabernas al tiempo que este pueblo sufría una incursión pirata, a la que se unió. Participó también en el levantamiento morisco de 1568. En 1570, creo una cuadrilla de esclavos que mantuvo en jaque a los cristianos.. En noviembre de 1572 el Joraique, junto a otros 41 moriscos, es apresado. Todos ellos fueron hechos esclavos y a algunos se le marcó a hierro. Joraique, que no había sido herrado, para evitar ser condenado a galeras, decidió escapar con 13 hombres. Su refugio, las sierras almerienses de Filabres, Alhamilla y Gádor. En marzo de ese mismo año la Corona de Castilla autorizó al maestrescuela Marín (doctor canónigo de la escuela de la catedral de Almería y de origen morisco) para negociar con el Joraique su perdón y traslado a algún lugar de Castilla. Las condiciones exigidas por Joraique no fueron aceptadas en su totalidad por Felipe II. Joraique, en la noche del 17 al 18 de abril junto con 30 hombres, se apoderó en las playas de Vera de un barco y en él puso rumbo al Magreb. Desde Tetuán, al servicio de las autoridades marroquíes, organizó ataques piratas contra la costa de Almería. Entre el 16 y el 20 de septiembre de 1573 desembarcó en Agua Amarga -Parque natural del Cabo de Gata- y atacó por sorpresa las poblaciones interiores de Sorbas y Tahal de en una incursión de más de 60 kilómetros.
Las crónicas de entonces dicen que, parece ser que después de esta incursión, el Joraique no volvió a pisar suelo andaluz. Pero hay serias dudas al respecto. Joraique hablaba tan perfectamente el castellano que podía pasar por cristiano viejo y por su aspecto parecía más flamenco que morisco. Existe la posibilidad, por ello, de que regresara subrepticiamente y pasara desapercibido en algún lugar...
En mi anterior escrito os decía que el árabe del Mencal se llamaba Joraique, coincidencia de nombre con el Joraique almeriense. Esta familia -los Joraiques almerienses- eran propietarios de casas y tierras en distintos lugares, nada de extraño de que lo fuesen también de las tierras en torno a la cueva de Joraique de nuesto término. El Joraique almeriense o tahalitano se echó obligadamente a la sierra, por obligación nuestro Joraique vivio en el depoblado paisaje del Mencal, en solitario, sin apenas trato con los lugareños más próximos... ¿Y si ambos Joraíque fuesen una misma persona?.... Francisco Gómez del Val, investigador y autor de numerosas obras sobre historia, en un escrito suyo en el DB~e (Dicionario biográfico electrónico) de la Real Academia de la Historia, dice hablando de ciertos topónimos con la denominación Joraique que " en las cercanías de Pedro Martínez, hay una cueva denominada Joraique, en la que se dice se escondía el morisco" de Almería. Gómez del Val comenta, pues, que ambos era una misma persona. ¡Ahí queda eso! Vosotros mismos pensar lo que os venga en gana.
Finalmente, amigos mios, os dejo la letra del tema "Joraiquwe" de Juan Perro. Preciosa:
Tus soldados, Rey Felipe
No querrán poblar la tierra
Mientras ande con su gente
El Joraique por la sierra
Cada noche los cristianos
Con los ojos muy abiertos
Velan por no despertar
En el reino de los muertos
Nadie alcanza a descansar
De su carga al fin del día
Porque está suelto El Joraique
Por los montes de Almería
Dicen que Alonso El Joraique
Con las sombras tiene un trato
Que se cierran cuando salen
Los soldados a rebato
Dicen que la media luna
Le prestó su blanca espada
Y antes de llegar el alba
Él se la volvió encarnada
El Joraique prometía
Yo daré fin a la guerra
Si me dais la llave que abre
La cancela de mi tierra
El monfí robó una barca
A la mar echó su pena
Dejó nueve pescadores
Peces muertos en la arena
El Joraique allá en Tetuán
Armó su negra goleta
Ya llegó al Cabo de Gata
Ya no duerme un alma quieta
No soñaron nunca más
Las mujeres de Almería
Que se les llevó El Joraique
El ensueño a Berbería
Una persona amiga de mi mayor aprecio me ha recordado a un personaje morisco que, tras la reconquista, adoptó el nombre de Alonso de Aguilar, el Joraíque. Su nombre verdadero era Mohamed el Guahra el Churaique. Lo hemos relacionado con nuestro árabe, el que sucumbió a manos de un cortijero cuando aquel se disponía enseñarle el tesoro que guardaba en la cueva de Joraique en tierras pedromartineras.
Os explico primero, queridos paisanos y amigos, quien era este tal Joraíque: veremos seguido cómo la concatenación de varias coincidencias nos da la pista de cierta relación entre Joraique el monfí y nuestro Joraique, haré referencia a cierto autor, el cual afirma tajantemente que ambos -el Joraíque almeriense y nuestro Joraique- eran una misma persona; os obsequiaré con la letra de la canción que, Juan Perro (nombre artístico de Santiago Auserón, antiguo vocalista y tema El Joraique, incluido en su tercer disco, Mr. Hambre (2000) y, finalmente, que cada cual saque su propia conclusión.
Joraíque, fue un monfí, un «desterrado», quizá el más notorio de los bandoleros y piratas moriscos del siglo XVI en el sur de la península. Originalmente, un mudéjar, un musulmán al que se le permitía seguir viviendo entre los cristianos sin cambiar de religión, a cambio del pago de un tributo. Consecuentemente a la intolerancia, al desorden y la represión sistemática contra ellos por parte de las nuevas autoridades, especialmente después de la conversión forzosa al cristianismo, Joraique, como tantos otros musulmanes, no tuvo más remedio que echarse al monte... igual que pasó tras nuestra guerra civil por la represión franquista tras su triunfo contra la república. Este monfí, Joraique, fue sin duda, un campeón de la libertad para el morisco y, quizás, incluso un hombre santo a los ojos de los de su raza; para los del bando contrario, ya se sabe: un malhechor, un salteador de caminos y aldeas.
Joraique, según unos, era natural de Almería; otros dicen que vino al mundo en Thajal, en la provincia almeriense (sierra de los Filabres). Nació en torno a 1545, pues en abril de 1573, Pedro de Deza, presidente del Consejo de Población del Reino de Granada, le calculaba unos veintiocho años.
Las hazañas llevadas a cabo por Jaraique se desarrollan esencialmente en el transcurso de los años 1571 a 1573, si bien ya en 24-9-1566 se hallaba en Tabernas al tiempo que este pueblo sufría una incursión pirata, a la que se unió. Participó también en el levantamiento morisco de 1568. En 1570, creo una cuadrilla de esclavos que mantuvo en jaque a los cristianos.. En noviembre de 1572 el Joraique, junto a otros 41 moriscos, es apresado. Todos ellos fueron hechos esclavos y a algunos se le marcó a hierro. Joraique, que no había sido herrado, para evitar ser condenado a galeras, decidió escapar con 13 hombres. Su refugio, las sierras almerienses de Filabres, Alhamilla y Gádor. En marzo de ese mismo año la Corona de Castilla autorizó al maestrescuela Marín (doctor canónigo de la escuela de la catedral de Almería y de origen morisco) para negociar con el Joraique su perdón y traslado a algún lugar de Castilla. Las condiciones exigidas por Joraique no fueron aceptadas en su totalidad por Felipe II. Joraique, en la noche del 17 al 18 de abril junto con 30 hombres, se apoderó en las playas de Vera de un barco y en él puso rumbo al Magreb. Desde Tetuán, al servicio de las autoridades marroquíes, organizó ataques piratas contra la costa de Almería. Entre el 16 y el 20 de septiembre de 1573 desembarcó en Agua Amarga -Parque natural del Cabo de Gata- y atacó por sorpresa las poblaciones interiores de Sorbas y Tahal de en una incursión de más de 60 kilómetros.
Las crónicas de entonces dicen que, parece ser que después de esta incursión, el Joraique no volvió a pisar suelo andaluz. Pero hay serias dudas al respecto. Joraique hablaba tan perfectamente el castellano que podía pasar por cristiano viejo y por su aspecto parecía más flamenco que morisco. Existe la posibilidad, por ello, de que regresara subrepticiamente y pasara desapercibido en algún lugar...
En mi anterior escrito os decía que el árabe del Mencal se llamaba Joraique, coincidencia de nombre con el Joraique almeriense. Esta familia -los Joraiques almerienses- eran propietarios de casas y tierras en distintos lugares, nada de extraño de que lo fuesen también de las tierras en torno a la cueva de Joraique de nuesto término. El Joraique almeriense o tahalitano se echó obligadamente a la sierra, por obligación nuestro Joraique vivio en el depoblado paisaje del Mencal, en solitario, sin apenas trato con los lugareños más próximos... ¿Y si ambos Joraíque fuesen una misma persona?.... Francisco Gómez del Val, investigador y autor de numerosas obras sobre historia, en un escrito suyo en el DB~e (Dicionario biográfico electrónico) de la Real Academia de la Historia, dice hablando de ciertos topónimos con la denominación Joraique que " en las cercanías de Pedro Martínez, hay una cueva denominada Joraique, en la que se dice se escondía el morisco" de Almería. Gómez del Val comenta, pues, que ambos era una misma persona. ¡Ahí queda eso! Vosotros mismos pensar lo que os venga en gana.
Finalmente, amigos mios, os dejo la letra del tema "Joraiquwe" de Juan Perro. Preciosa:
Tus soldados, Rey Felipe
No querrán poblar la tierra
Mientras ande con su gente
El Joraique por la sierra
Cada noche los cristianos
Con los ojos muy abiertos
Velan por no despertar
En el reino de los muertos
Nadie alcanza a descansar
De su carga al fin del día
Porque está suelto El Joraique
Por los montes de Almería
Dicen que Alonso El Joraique
Con las sombras tiene un trato
Que se cierran cuando salen
Los soldados a rebato
Dicen que la media luna
Le prestó su blanca espada
Y antes de llegar el alba
Él se la volvió encarnada
El Joraique prometía
Yo daré fin a la guerra
Si me dais la llave que abre
La cancela de mi tierra
El monfí robó una barca
A la mar echó su pena
Dejó nueve pescadores
Peces muertos en la arena
El Joraique allá en Tetuán
Armó su negra goleta
Ya llegó al Cabo de Gata
Ya no duerme un alma quieta
No soñaron nunca más
Las mujeres de Almería
Que se les llevó El Joraique
El ensueño a Berbería