OTRAS HISTORIAS, OTRAS LEYENDAS. Los viajes de la tumba de Colon.
En la actualidad, la tumba de Colon se encuentra en Sevilla desde el año 1899.
Pero ese, fue su último destino, pero no el único, los restos mortales de Cristóbal Colon, también estuvieron en Valladolid, en el Monasterio de la Cartuja de Sevilla, en Santo Domingo y en la Habana.
La virreina Maria de Toledo argumentó que Cristóbal Colon quería ser enterrado en La Española, aunque muchos historiadores han asegurado que en su testamento, Colon dejó escrito que quería ser enterrado en el Monasterio de Santa Maria de las Cuevas. Sin embargo Colon en sus disposiciones, no dejó dicho en que lugar quería ser sepultado.
A ese respecto, Diego Colon, su hijo, diría en su testamento del 16 de marzo de 1509;
" E por cuanto yo no tengo asignado lugar cierto para la perpetua sepultura del Almirante, mi señor padre, que santa gloria haya, ni del mío, digo que mi voluntad, sería y es, que se hiciese una sepultura muy honrada en la nueva Iglesia Mayor de Sevilla, encima del postigo, que es frontero a la sepultura del Cardenal Mendoza, y cuanto allí no pudiese ser, mando a mis albaceas que escojan la iglesia o lugar que más competente fuere, para nuestra honra, estado y salud, que allí se fabrique y haga la dicha sepultura perpetua, dándole perpetua renta y dotación "
La tumba por fin está en la catedral de Sevilla..
En la actualidad, la tumba de Colon se encuentra en Sevilla desde el año 1899.
Pero ese, fue su último destino, pero no el único, los restos mortales de Cristóbal Colon, también estuvieron en Valladolid, en el Monasterio de la Cartuja de Sevilla, en Santo Domingo y en la Habana.
La virreina Maria de Toledo argumentó que Cristóbal Colon quería ser enterrado en La Española, aunque muchos historiadores han asegurado que en su testamento, Colon dejó escrito que quería ser enterrado en el Monasterio de Santa Maria de las Cuevas. Sin embargo Colon en sus disposiciones, no dejó dicho en que lugar quería ser sepultado.
A ese respecto, Diego Colon, su hijo, diría en su testamento del 16 de marzo de 1509;
" E por cuanto yo no tengo asignado lugar cierto para la perpetua sepultura del Almirante, mi señor padre, que santa gloria haya, ni del mío, digo que mi voluntad, sería y es, que se hiciese una sepultura muy honrada en la nueva Iglesia Mayor de Sevilla, encima del postigo, que es frontero a la sepultura del Cardenal Mendoza, y cuanto allí no pudiese ser, mando a mis albaceas que escojan la iglesia o lugar que más competente fuere, para nuestra honra, estado y salud, que allí se fabrique y haga la dicha sepultura perpetua, dándole perpetua renta y dotación "
La tumba por fin está en la catedral de Sevilla..
