Leyendas Granainas... La Golondrina Viajera.
"Admet y la esclava Subh"
.
Cuenta la leyenda, que Admet hijo natural de Yusuf I, había nacido de una relación con la esclava Subh.
Admet como todos los hijos de de los Monarcas musulmánes de relaciónes con esclavas, no podía utili el nombre de su padre, ya que todos los hijos nacidos dentro del harem, en cuanto podían sostener una lanza o espada en la mano, eran los primeros que con motivo de las Guerras Santas eran mandados de inmediato reclutados para defender el honor y la honra de aquellos padres, que en realidad no los consideraban como hijos.
Admet, que desde que nació estuvo siempre con su madre, esclavizada en tierras de León por las escaramuzas que hacían los guerreros por su cuenta, con el fin de capturar doncellas cristianas de los territorios ocupados para después venderlas cómo esclavas a los reyezuelos musulmánes) le enseñó a hablar el castellano de aquella época y nunca aprendió a luchar con la espada, ya que su verdadera vocación era la poesía.
Dado que se producían reyertas con los demás hermanos del mismo padre por su poca afición a las armas, la esclava Subh y su hijo fueron mandados a Granada y confinados en la Torre de los Picos.
Allí, Admet, se pasaba las horas mirando la luna y haciéndose preguntas sobre el firmamento, mientras memorizaba las poesías que le brotaban del alma, como si estás fuesen una inspiración, y al día siguiente las escribía tanto en árabe como en cristiano.
Una noche conoció a una golondrina, incansable viajera, la cual había hecho su nido en un apacible rincón de la torre, muy alejado de donde los niños de las esclavas solian jugar a la guerra.
Admet sintió como alguien le llamaba desde aquel rinconcito, y como era una noche de luna llena y brillante, no tuvo dificultad en identificar a su interlocutor. Subiendo por unos peones, pronto tubo a la golondrina entre sus manos, entonces ésta le habló, ya que según dijo, había sido una princesa real en su lejano país natal, pero que debido a un encantamiento que le había hecho una bruja, la cual también, tenía a su padre, el rey, totalmente dominado con su maligno poder, y a ella, mediante una pócima mágica, la había convertido en golondrina, pudiendo ver la joven princesa como sus piernas se iban convirtiendo en negras alas de golondrina...
... y vió como sus bellas piernas se convertían en negras alas de golondrina.
... a partir del entonces tuvo que volar sobre mares y castillos, conoció países donde las gentes se mataban unos a otros por meras tonterías y sus reyes eran tiranos y malvados.
Pero volando y volando, un buen día llegó a un país donde sólo se percibia y se respiraba amor, en este lugar, nadie comía carne, y las vacas era felices pastando en verdes campos, y cedían su leche gustosamente para que todos se alimentaran de ella, las palmeras, todo el año tenían cargadas de dulces dátiles sus ramas, y el rey vivía humildemente sin ningún previlelgio en una sencilla cabaña.
Entonces, la golondrina preguntó al joven:
¿Amed, quieres acompañarme a ese idílico país, donde nunca hay guerras, donde la gente es amable y feliz?
Pensativo quedó el joven poeta, pero, su respuesta fue, que primero lo consultaría con su madre, por si ella querría acompañarlo, ya que no le gustaría dejarla sola con el malvado Yusuf.
No te preocupes joven Amed --le respondió la golondrina--
que en ese maravilloso lugar, también tu madre será bienvenida, y no he encontrado volverá a ser una esclava nunca más, ya que el rey es un buen cristiano y tiene fama de Santo.
Al día siguiente, Amed le contó a su madre lo que le había dicho la golondrina, quedó encantada con tan buenas noticias y aceptó en acompañarlos, pero, le pregunto a Amed;
¿Como lograremos escapar de esta Torre de los Picos?
Cuando él aprendiz de poeta, le trasladó la pregunta de su madre a la golondrina, ella le dijo, no te preocupes joven Amed, la sacaré colgada de mi pico.
Una mañana del mes de Julio, bien temprano, cuando el sol aparecía por el horizonte, la golondrina sacó a la esclava Subh colgando de su pico, y voló hasta el Llano de la Perdiz, donde dejó a la madre de Amed.
Cuando volvió a recojer al joven Amed, ya la guardia de Yusuf que habían visto con incrédulos ojos, como la esclava desaparecía volando colgando del pico de la pequeña golondrina, dispararon sus flechas contra el joven poeta, acertando una de ellas en su pierna, y al llegar donde estaba su madre, ésta tubo que romper su velo para vendar su pierna.
Muchos días anduvieron escondidos, hasta que la herida de Amed curó, pero quedose como para siempre.
De la golondrina no se supo más, y Amed recorría el mundo, tanto musulmán como cristiano, contando leyendas a modo de poemas para ganarse la vida.
Pero la gran decepción de ésta leyenda, es que tanto Amed como su madre, desde entonces fueron libres, pero jamás llegaron a conocer ese maravilloso lugar de hombres y mujeres felices, lleno de amor y paz.
Posiblemente, no sería de este mundo, sino del mundo de los buenos deseos.
"Admet y la esclava Subh"
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Cuenta la leyenda, que Admet hijo natural de Yusuf I, había nacido de una relación con la esclava Subh.
Admet como todos los hijos de de los Monarcas musulmánes de relaciónes con esclavas, no podía utili el nombre de su padre, ya que todos los hijos nacidos dentro del harem, en cuanto podían sostener una lanza o espada en la mano, eran los primeros que con motivo de las Guerras Santas eran mandados de inmediato reclutados para defender el honor y la honra de aquellos padres, que en realidad no los consideraban como hijos.
Admet, que desde que nació estuvo siempre con su madre, esclavizada en tierras de León por las escaramuzas que hacían los guerreros por su cuenta, con el fin de capturar doncellas cristianas de los territorios ocupados para después venderlas cómo esclavas a los reyezuelos musulmánes) le enseñó a hablar el castellano de aquella época y nunca aprendió a luchar con la espada, ya que su verdadera vocación era la poesía.
Dado que se producían reyertas con los demás hermanos del mismo padre por su poca afición a las armas, la esclava Subh y su hijo fueron mandados a Granada y confinados en la Torre de los Picos.
Allí, Admet, se pasaba las horas mirando la luna y haciéndose preguntas sobre el firmamento, mientras memorizaba las poesías que le brotaban del alma, como si estás fuesen una inspiración, y al día siguiente las escribía tanto en árabe como en cristiano.
Una noche conoció a una golondrina, incansable viajera, la cual había hecho su nido en un apacible rincón de la torre, muy alejado de donde los niños de las esclavas solian jugar a la guerra.
Admet sintió como alguien le llamaba desde aquel rinconcito, y como era una noche de luna llena y brillante, no tuvo dificultad en identificar a su interlocutor. Subiendo por unos peones, pronto tubo a la golondrina entre sus manos, entonces ésta le habló, ya que según dijo, había sido una princesa real en su lejano país natal, pero que debido a un encantamiento que le había hecho una bruja, la cual también, tenía a su padre, el rey, totalmente dominado con su maligno poder, y a ella, mediante una pócima mágica, la había convertido en golondrina, pudiendo ver la joven princesa como sus piernas se iban convirtiendo en negras alas de golondrina...
... y vió como sus bellas piernas se convertían en negras alas de golondrina.
... a partir del entonces tuvo que volar sobre mares y castillos, conoció países donde las gentes se mataban unos a otros por meras tonterías y sus reyes eran tiranos y malvados.
Pero volando y volando, un buen día llegó a un país donde sólo se percibia y se respiraba amor, en este lugar, nadie comía carne, y las vacas era felices pastando en verdes campos, y cedían su leche gustosamente para que todos se alimentaran de ella, las palmeras, todo el año tenían cargadas de dulces dátiles sus ramas, y el rey vivía humildemente sin ningún previlelgio en una sencilla cabaña.
Entonces, la golondrina preguntó al joven:
¿Amed, quieres acompañarme a ese idílico país, donde nunca hay guerras, donde la gente es amable y feliz?
Pensativo quedó el joven poeta, pero, su respuesta fue, que primero lo consultaría con su madre, por si ella querría acompañarlo, ya que no le gustaría dejarla sola con el malvado Yusuf.
No te preocupes joven Amed --le respondió la golondrina--
que en ese maravilloso lugar, también tu madre será bienvenida, y no he encontrado volverá a ser una esclava nunca más, ya que el rey es un buen cristiano y tiene fama de Santo.
Al día siguiente, Amed le contó a su madre lo que le había dicho la golondrina, quedó encantada con tan buenas noticias y aceptó en acompañarlos, pero, le pregunto a Amed;
¿Como lograremos escapar de esta Torre de los Picos?
Cuando él aprendiz de poeta, le trasladó la pregunta de su madre a la golondrina, ella le dijo, no te preocupes joven Amed, la sacaré colgada de mi pico.
Una mañana del mes de Julio, bien temprano, cuando el sol aparecía por el horizonte, la golondrina sacó a la esclava Subh colgando de su pico, y voló hasta el Llano de la Perdiz, donde dejó a la madre de Amed.
Cuando volvió a recojer al joven Amed, ya la guardia de Yusuf que habían visto con incrédulos ojos, como la esclava desaparecía volando colgando del pico de la pequeña golondrina, dispararon sus flechas contra el joven poeta, acertando una de ellas en su pierna, y al llegar donde estaba su madre, ésta tubo que romper su velo para vendar su pierna.
Muchos días anduvieron escondidos, hasta que la herida de Amed curó, pero quedose como para siempre.
De la golondrina no se supo más, y Amed recorría el mundo, tanto musulmán como cristiano, contando leyendas a modo de poemas para ganarse la vida.
Pero la gran decepción de ésta leyenda, es que tanto Amed como su madre, desde entonces fueron libres, pero jamás llegaron a conocer ese maravilloso lugar de hombres y mujeres felices, lleno de amor y paz.
Posiblemente, no sería de este mundo, sino del mundo de los buenos deseos.