PEDRO MARTINEZ: LEYENDAS GRANAINAS....

LEYENDAS GRANAINAS.
La Tristeza se Azahara.

Cuenta la leyenda que, Abd al-Rahman había traído a la bellísima Azahara desde Granada, era su favorita.
Para demostrarle el gran amor que sentía por ella, ordenó construirle una ciudad palatina, que llamó
"La Ciudad de al-Zahra" o lo que es lo mismo, "La Ciudad de la Flor del Azahar".
Para su construcción contrató a los mejores arquitectos y artesanos, compró los materiales más Bellos, delicados y apreciados, entre los cuales se encontraban las más exóticas maderas, ricos mármoles, coloridos azulejos. Además de las telas y muebles comprados a los más prestigiosos mercaderes para que adornaran sus estancias, y todo esto lo hizo el califa por el amor que sentía por la bella Azahara.
Mandó diseñar y construir inmensos jardines con toda clase de exóticas flores y plantas traídas desde todos los rincones del mundo, además de árboles frutales y coloridos pájaros tropicales.
El lujo y la riqueza, no serían nada, sino se aliaran con la exquisitez, el buen gusto y la fantasía.
La vida en el palacio, el fasto de las recepciones, la generosidad del cálifa, la riqueza y colorido de los trajes, las esquisitas y valiosas joyas, los uniformes de su guardia, la belleza de sus hermosos caballos árabes o el aspecto brillante de los salones.
Pero.... ¿era su amada Azahara, verdaderamente feliz allí?
Abd al-Rahman, la sorprendía a menudo llorando, y sus constantes regalos no conseguían hacer brillar su sonrisa.
Le preguntó el motivo de su tristeza y que podía hacer para conseguir contentarla.
Azahara le respondió que a su tristeza no podría ponerle remedio, ni siquiera el, con todo su poder podría. Le dijo que lloraba por no poder contemplar la nieve de la Sierra Nevada de su añorada Granada.
Entonces el le respondió;
"yo haré que nieve para ti en Córdoba".
Inmediatamente mandó talar un bosque situado frente a la Medina, y replantarlo de miles de almendros muy juntos unos de otros, y así, cada primavera, cuando los almendros abrieran sus flores blancas, la nieve aparecería en Córdoba, sólo para que su bella y amada Azahara, no volviese a llorar.