De tanto perder aprendí a ganar... Me asombra tanto cómo es el ser humano, que aprendí a ser yo mismo... Intenté ayudar tantas veces a los demás, que aprendí a esperar que me pidan ayuda... Hago sólo lo que debo, de la mejor forma que puedo y los demás que hagan lo que quieran... Vi tantas liebres correr sin sentido que aprendí a ser tortuga y apreciar el recorrido