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PEDRO MARTINEZ: Detención, juicio y ejecución de Mariana Pineda....

HISTORIA GRANAINA. Mariana Pineda. (su vida antes de su detención) 1ra. Parte.

"Los avatares de su infancia y su boda"

Mariana Pineda Muñoz, que era su nombre completo, nació en Granada el 1 de Septiembre de 1804 y ajusticiada el 26 de Mayo de 1831, también en Granada. Hija de Mariano de Pineda y Ramirez un Capitán de Navío granaino y Caballero de la Orden de Calatrava, y que nunca llegó a casarse por razones que se desconocen con Maria Dolores Muñoz Bueno, mucho más joven que el y de menor condición social y madre de Mariana Pineda, nacida en Lucena (Córdoba)

La pareja tuvo su primera hija en Sevilla y que falleció al poco de nacer, donde la pareja residió durante un tiempo.

Posteriormente, se trasladan a Granada, donde vivieron en casas separadas y tuvieron a su segunda hija, Mariana Pineda Muñoz.

Después del nacimiento de Mariana, padre e hija se mudaron a vivir a casa del padre, Don Mariano, que unos meses más tarde y a causa de la enfermedad que padecía, firmó un documento donde le otorgaba a su mujer todos los derechos de la hija.

Pero al poco tiempo, Don Mariano, denunció a su pareja por la apropiación de ciertos bienes puestos a nombre de su hija, Maria Dolores huyó entonces del domicilio familiar con su hija Mariana Pineda.

Al poco tiempo, fue detenida y obligada a devolver a la hija a su padre el 12 de Noviembre de 1805.

Tras la muerte de su padre Don Mariano, Mariana pasó a ser tutelada por un herrero que trabajaba para su padre, que era ciego, soltero y de 47 años de edad.

Tras casarse el herrero con una mujer mucho más joven que el, traspasó la tutela de Mariana Pineda a unos jóvenes dependientes suyos, José de Mesa y Ursula de la Presa, a cuyo cargo quedó la niña Mariana durante su infancia.

Cuando murió su primer tutor, éste legó a su propia hija, parte de los bienes de Mariana Pineda por la herencia de su padre, por lo que tuvo que pleitear durante toda su corta vida para que le fueran devueltos,
--aunque, al parecer, nunca lo llegó a condrguir--
en 1828,
--hay constancia de que todavía mantenía un pleito para recuperar un viñedo de la herencia de su padre--

Se casó cuando aún era una niña, contaba sólo con quince años de edad, con Manuel de Peralta y Valle, once años mayor que ella y que acababa de abandonar el ejército,
--no se sabe de qué vivía--
La boda se celebró en Octubre de 1819 con una ceremonia religiosa...

2da. Parte.

"Tras la boda"

Tras su boda, un año más tarde, Mariana Pineda dio a luz a un niño llamado José Maria, y en mayo de 1821 a una niña, Ursula Maria.

Casi dos años más tarde, en Agosto se 1822, murió su esposo, dejando a nuestra joven heroina con 18 años de edad y dos hijos pequeños.

Al parecer, fue durante esos años de matrimonio que coincide con el "trienio liberal"

(se conoce como el "trienio liberal" o "trienio institucional" el periodo de la "histórica contemporánea de España" que transcurre entre el año 1820 y 1823, (el 10 de Marzo de 1820 en Madrid Fernando VII es obligado a jurar la constitución de 1812 y a suprimir la inquisición española, que constituye el período español de revolución es de 1820, y que es intermedio de los tres periodos en que se divide el reinado de Fernando VII posterior al sexenio absolutista 1814/1820 y anterior a la década ominosa 1823/1833)"

Cuando Mariana Pineda se adhirio a la causa liberal y tras la nueva restauración del absolutismo por Fernando VII en 1823, y ya viuda, acogió en su casa a liberales perseguidos.

En esos círculos conoció al militar de" brillante expediente" Casimiro Brodett y Carbone, con el que estuvo a punto de casarse, pero el matrimonio se frustró porque Casimiro no consiguió la "preceptiva real" a causa de su afiliación liberal y quedó "inpurificado" viéndose obligado a abandonar el ejército y marcharse a Cuba.
Mariana por su parte, durante los dos años siguientes, desapareció de Granada y se ignora que hizo durante ese tiempo.

A su regreso a Granada, ayudó a un primo suyo, Fernando Álvarez de Sotomayor a escapar de la cárcel
(aunque ésto, ya lo comenté en el capítulo de "La Detención Mariana Pineda", pero ahora os lo amplio con más detalles)
dónde estaba cumpliendo condena desde 1827 por su participación en varias conspiraciones liberales organizadas por los exiliados de Gibraltar.

La estratagema de la que se valió Mariana para liberar a su primo en 1828, fue introducir unos hábitos en la cárcel y entregárselos a su primo Fernando, que disfrazado de monje salió de la prisión sin mayores dificultades, porque, tal y como había observado Mariana Pineda, los muchos clericos que entraban y salían de ducho establecimiento penitenciario, nunca eran controlados por los guardias de la misma.

Fernando se refugió inicialmente en la casa de Mariana, y cuando fue buscado allí el alcalde del crimen de Granada Pedrosa Andrade, ya este se encontraba en Gibraltar.

Pasó a formar parte de la leyenda de Mariana Pineda, que mantuvo una relación sentimental con su primo, pero de eso, no existen pruebas que lo atestiguan...

Fin de la 2da. Parte.

1ra. Parte. La detención"

El 18 de Marzo de 1831, la policía mandó al "alcalde del crimen" Pedrosa, irrumpiendo este en su domicilio, el número 7 de la casa 77 de la Calle del Aguila de Granada....;

<< y al encontrarse en el domicilio que habitaba Doña Mariana Pineda, como cabeza o principal de ella"
<< una "bandera"..;
"señal indubitada del alzamiento que se forjaba"..
fue "aprehendida"... teniéndosela legalmente.. por autora del "horroroso" delito>>

según el relato del fiscal que presentó en el juicio al que fue sometida la "heroina"

Según Carlos Lozano, las condiciones en que se encontró la "bandera" en la casa de Mariana Pineda...;

<< hacen sospechar que la introdujo en ella algún agente manipulado por la policía, sin duda, una de las propias bordadoras del Albaycin a la que ella tenía encomendado el trabajo, y qué, descubierta o denunciada, se habría visto obligada a introducir la famosa bandera en su casa, para que pudiera ser "descubierta" luego allí, y sirviera de base para la acusación >>

De momento fue confinada en su propio domicilio, bajo la custodia de un guardia, de donde escapó tres días después aprovechando el descuido de su vigilante dusfeasada se anciana, pero éste logró alcanzarla en la calle, Mariana le rogó que por favor no la denunciará, y para tratar de ablandarle, le propuso que le acompañara en la huida. Este hecho, fue utilizado por el fiscal para imputarle un supuesto segundo delito, además del de preparar un alzamiento contra...;

<<la soberanía del rey N. S>>, el de <<haber emprendido su fuga de la prisión que le había sido construida en su casa >> tratando de <<seducir o cohechar al dependiente que la custodiaba y tras haberle dado alcance en su fuga, y diciéndole a éste que la dejara, ofreciéndole de irse con ella y le haría feliz>>

A causa de este intento de fuga fue recluida en la cárcel de mujeres de mala vida, en el Convento de las Arrecocidas de Santa Maria Egipciaca (como ya he contado en varias ocasiones).
Hoy parece claro, que las autoridades absolutistas, dada su condición de mujer, no la consideraban uno de los dirigentes de la conjura liberal, que creían que estaba en marcha en Granada--de hecho, en ninguno de los pronunciamientos liberales del final del reinado se Fernando VII hubo mujeres directamente implicadas--sino que la detuvieron para que denunciara a sus cómplices verdaderos cabecillas de la conspiración en la que ella sería nasa más que una comparsa. Prueba de ello sería que Pedrosa, el jefe de la policía de Granada, estaba habilitado para indultarla incluso después del juicio, si aceptaba declarar sobre sus cómplices, cosa a la que ella se negó hasta el final. Una firmeza que por otro lado no había mostrado su primo Fernando Alvarez de Sotomayor, a quien Mariana había ayudado a escapar de la cárcel, que informó a las autoridades absolutistas de las actividades del grupo de José Maria Torrijos de Gibraltar a cambio del indulto.

Fin de la 1ra. Parte.

"La detención" (2da. Parte).

Por otro lado, se especuló que la detención y condena a muerte se debía al desprecio sufrido por el "alcalde del crimen" Ramón Pedrosa, que estaba enamorado de ella.

Esta teoría la puso veladamente durante el juicio su abogado defensor, al referirse a "ciertos acontecimientos y circunstancias fatales

"que habían hecho que la heroina Mariana Pineda se la tenga por algunos en un concepto que no merecía"

entre las que se encontraban

"no haber querido acceder a pretenciones de otros sujetos" quienes "no sería extraño que hayan propuesto llevar su resentimiento y venganza, hasta el extremo de arruinarla".

Mucho más explícitas fueron las coplas que circularon por la ciudad, y que perduraron mucho tiempo, como ésta;

"Granada triste esta,
porque Mariana
a la horca va.
Porque Pedrosa
y los suyos,
sus verdugos son.
Y está ha sido su
venganza,
porque Mariana
de Pineda,
su amor no le dió"

Del supuesto enamoramiento de Pedrosa con Mariana, no hay prueba alguna, aunque si se puede afirmar que el
"alcalde del crinen"
de Granada, se tomó el proceso como un asunto muy personal, presionandole para que delatara a sus supuestos cómplices, todo ello reforzado con el hecho de que Pedrosa había recibido del Ministro de Gracia y Justicia Calomarde plenos poderes para investigar todas las "conspiraciónes"
que se produjeran en Granada, lo cual, le concedía un derecho de vida o muerte sobre los encausados, puesto que nadie podía inferir en sus decisiones.

Así tres semanas después de la detención de Mariana la Administración de Justicia de Granada decidió que su causa pasará a las manos de Pedrosa.

Mariana Pineda en capilla, poco antes de su ejecución,
por J. A. Vera Calvo, 1862.
Congreso de los diputados.

Fin de la 2da. y última parte Parte de la "Detención"

"El Juicio"

(1ra. Parte).

El expediente de Mariana Pineda fue robado a principios de siglo XX, aunque las piezas más importantes del mismo;

--la acusación del fiscal y el alegato del abogado defensor--

habían sido reproducidos en un libro publicado en 1836, tras la muerte de Fernando VII, por su primer biografo y uno de los amantes, el abogado José de la Peña y Aguayo.

Por estos documentos sabemos que la base de la acusación era haber encontrado en su casa una << el signo más decisivo y terminante de un alzamiento contra la soberanía del rey bandera N. S. y su gobierno monárquico y paternal>>. El signo consistia en:

"tres escritos con encarnado en papel al parecer de marquilla, que dicen: el uno;

"igualdad libertad" y el otro y el tercero; "ley" y trece letras cortadas en papel de marquilla, y son:

"L, Y, T, A, D, Y, G, V, A, D, J, E, J,, todas mayúsculas
{y un} tafetán morado del ancho de dos paños y el largo algo más de dos varas y tercia con un triángulo verde en medio, y a un lado de él, bordadas de carmesí las letras mayúsculas B, E y embastada de cartón, una R; en otro lado de él, también bordadas de carmesí, las letras mayúsculas A. L, y a medio bordar una D, y en las orillas del largo de dicho tafetán, como en medio de el, dos pedazos de bando en embastada... {todo lo cual tenía} la forma de una bandera que sirviese de señal o alarma para un gobierno revolucionario"

Con esta prueba;

--una supuesta bandera a medio bordar, y en las que estaban embozadas las palabras de un posible lema--

el fiscal le Imputó el delito de "rebelión" contra el orden y el monarca, que según el decreto de Fernando VII de 1 de Octubre del año anterior, estaba castigado con la "pena de muerte" según lo establecido en el artículo 7°.

Fin de la 1ra. Parte del "juicio"

Detención, juicio y ejecución de Mariana Pineda.

"La Ejecución"

A pesar de la convincente defensa que hizo su abogado;

"Mariana Pineda, fue condenada a muerte".

El día de su ejecución al parecer había preparada una operación destinada a liberarla durante el trayecto que conducía desde el Convento de las "Arrecogidas" de Santa Maria Egipciaca;
donde había permanecido internada, hasta el Campo del Triunfo donde estaba ya montado el "garrote vil", pero por motivos que aún se desconocen dicho rescate, nunca tuvo lugar.

Así que nada impidió que Mariana Pineda, fuera ejecutada el 26 de Mayo de 1831, cuando contaba con la edad de 26 años.

Se cuenta que mantuvo su dignidad de mujer hasta la hora de prepararse para la ejecución;

"negándose a que le quitase las ligas, para no ir hasta el patíbulo con las medias caídas".

SU ejecución pretendió castigar a la causa de los liberales, lo que la convirtió en una mártir para estos, pero también en un símbolo popular de la lucha contra las libertades y heroina del pueblo, como consecuencia de lo cual, paso a ser personaje de varias piezas dramáticas, poemas y ensayos.