
CERAMICA GRANADINA. FAJALAUZA.
Este tipo de cacharrería tomó cuerpo en el siglo XVI por mezcla de estilos eclécticos traídos por cristianos y métodos de trabajo árabes
Se conserva el horno, tres tornos subterráneos y pilas con al menos tres siglos de existencia, desarrollados por 20 generaciones de alfareros de apellido Morales
Han creado la Fundación Fajalauza-Cecilio Morales para evitar que se pierda la actividad del taller alfarero decano, junto a la Alberzana..
¿Quién no tiene una pieza de cerámica Fajalauza en su casa? Pero de la de siempre, de la auténtica. No de los millones que se venden en baratillos y que son imitaciones. Ahora hasta en China dicen que hacen cacharros de Fajalauza. Este estilo de artesanía neta y exclusivamente granadina tiene acreditados cinco siglos de existencia en el entorno de la Puerta de Fajalauza, de la que tomó el nombre, ya en el siglo XIX. El taller original y decano de Fajalauza encara, probablemente, la recta final de su existencia. Cecilio Morales Moreno, su propietario, de 97 años, desea que perdure su obra y la de cinco siglos del apellido Morales tan ligado al barro. Sus sobrinos han creado una fundación que tratará de cuidar y dar a conocer la artesanía más famosa de Granada. Sólo necesitan un empujoncito por parte de la Administración.
La existencia de la cerámica que hoy denominamos “de Fajalauza” está acreditada documentalmente desde inicios del siglo XVI. Aunque quizás ya existiera en los años finales del siglo XV. Era una artesanía ligada exclusivamente al apellido Morales, llegados a Granada tras la conquista cristiana, aunque no sabemos de dónde procedían. En Granada nació un estilo de cacharrería muy particular, que tiene resabios de estilos preexistentes durante la Edad Media en Cataluña, Teruel, Úbeda, Triana, Talavera, etc. Aquellos primeros cristianos de la familia Morales establecieron su taller extramuros de la Cerca de Don Gonzalo, por debajo de la Puerta de Fajalauza, pegados a la mismísima muralla y por encima de lo que sería, a partir de 1636, el Convento de San Antonio.
Este tipo de cacharrería tomó cuerpo en el siglo XVI por mezcla de estilos eclécticos traídos por cristianos y métodos de trabajo árabes
Se conserva el horno, tres tornos subterráneos y pilas con al menos tres siglos de existencia, desarrollados por 20 generaciones de alfareros de apellido Morales
Han creado la Fundación Fajalauza-Cecilio Morales para evitar que se pierda la actividad del taller alfarero decano, junto a la Alberzana..
¿Quién no tiene una pieza de cerámica Fajalauza en su casa? Pero de la de siempre, de la auténtica. No de los millones que se venden en baratillos y que son imitaciones. Ahora hasta en China dicen que hacen cacharros de Fajalauza. Este estilo de artesanía neta y exclusivamente granadina tiene acreditados cinco siglos de existencia en el entorno de la Puerta de Fajalauza, de la que tomó el nombre, ya en el siglo XIX. El taller original y decano de Fajalauza encara, probablemente, la recta final de su existencia. Cecilio Morales Moreno, su propietario, de 97 años, desea que perdure su obra y la de cinco siglos del apellido Morales tan ligado al barro. Sus sobrinos han creado una fundación que tratará de cuidar y dar a conocer la artesanía más famosa de Granada. Sólo necesitan un empujoncito por parte de la Administración.
La existencia de la cerámica que hoy denominamos “de Fajalauza” está acreditada documentalmente desde inicios del siglo XVI. Aunque quizás ya existiera en los años finales del siglo XV. Era una artesanía ligada exclusivamente al apellido Morales, llegados a Granada tras la conquista cristiana, aunque no sabemos de dónde procedían. En Granada nació un estilo de cacharrería muy particular, que tiene resabios de estilos preexistentes durante la Edad Media en Cataluña, Teruel, Úbeda, Triana, Talavera, etc. Aquellos primeros cristianos de la familia Morales establecieron su taller extramuros de la Cerca de Don Gonzalo, por debajo de la Puerta de Fajalauza, pegados a la mismísima muralla y por encima de lo que sería, a partir de 1636, el Convento de San Antonio.