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PEDRO MARTINEZ: JUANITO EL HONESTO...

JUANITO EL HONESTO

Érase una vez un niño muy pobre que vivía con sus padres en una zona en las afueras de la ciudad. Juanito, que así se llamaba el niño, se iba todas las mañanas bien temprano al mercado de la ciudad, a tratar de buscar algo que hacer para que los comerciantes lo ayudaran con algunas cosas que le regalaban: frutas, hortalizas, verduras, con las cuales él contribuía a la economía hogareña, a pesar de que como era un niño era bien poco lo que podía conseguir.

Un día, estando sentado frente a una tienda de frutas, vio a una anciana comprando algunas cosas, que echaba en una bolsa grande. Juanito se acercó a ella para tratar de ayudarla, pero la anciana, al verlo tan desarrapado, lo echó de su lado, porque temía que el niño le fuera a coger algunas frutas. Juanito no le hizo mucho caso, pensando que quizás la viejecita había tenido anteriormente algún tipo de experiencias desagradable, y se puso a mirar otras cosas.

En eso la anciana se va y, como era muy viejita, echó su bolsa del dinero en la bolsa, y esta se cayó al suelo sin que se diera cuenta. Juanito corrió donde la bolsa había caído, y cuando la abrió ¡Cielos, allí había dinero como para que toda su familia comiera una semana! ¡Qué suerte!.

¿Y sabéis lo que hizo Juanito? Corrió donde la anciana que ya se iba del mercado, y ésta al verle de nuevo le dijo:

– “Mira niño, ¡ya te dije que no quiero que me ayudes!”

– “Señora, no es para eso, sino para devolverle esta bolsa que se cayó sin que usted se diera cuenta.”

La anciana incrédula tomó la bolsa, miró dentro y exclamó:

– “Que injusta he sido, un niño tan honesto y yo rechazándolo.” “Pero vamos, ven conmigo a mi casa, para que te de todo lo que necesites para ti y tu familia.”
Y dicen que desde entonces todo el mundo en la vecindad llama a Juanito “el honrado”, por lo honesto que había sido en su conducta.