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PEDRO MARTINEZ: EL COLEGIAL Y LOS BUITRES”...

EL COLEGIAL Y LOS BUITRES”

Hace muchos años existía un pueblo que carecía de agua y toda la gente tenía que caminar horas tras horas jalando sus bestias para cargar agua de un río muy lejano al pueblo. En aquel pueblo vivía un joven Colegial muy estudioso con su madre, una mujer humilde.
En una mañana, el Colegial se encontraba leyendo un libro en un verde prado lejos de su casa, durante la lectura se quedó dormido. Al despertar observó que se encontraba rodeado de muchos buitres; los buitres querían comerlo, pero uno de ellos dijo: hay que esperar a nuestro amo “el buitre jefe”, cuando llegue lo comeremos.
En el grupo se encontraba un buitre invitado de otro pueblo y dijo: tengo sed, ¿dónde hay agua en este pueblo?; el buitre más joven respondió: el pueblo carece de agua y la gente trae el agua desde un río muy lejano; en seguida el buitre más viejo dijo: si en el pueblo hubiera un humano con mucha inteligencia, para darse cuenta de que en aquella colina hay una piedra grande y con solo excavar un poco saldría agua.
El buitre invitado que tenía sed alzó vuelo a la colina a tomar agua y en unos minutos regresó muy contento confirmando la existencia del agua. El joven Colegial se encontraba escuchando todo lo que comentaban los buitres.
Pasaban los minutos y los buitres se les hacía agua el pico por el deseo de comer carne fresca. Esperando que llegara el buitre jefe, seguían platicando y uno de los buitres del pueblo más lejano comentó, que en su pueblo hay un Rey muy enfermo que nadie puede dar con la cura de su enfermedad, muchos doctores de diferentes partes del mundo han llegado a su castillo y nadie puede curar al Rey.
La Reina ha comunicado: el que cura al Rey, se casará con su hija la princesa y será coronado como nuevo Rey y aquel que no le cure será sometido a la hoguera. Desde aquel día del anuncio, el castillo del Rey se encuentra en silenció y nadie se acerca. Qué horror comentaron los demás buitres. ¿Cuál será la cura? Pregunto uno de ellos.
¡Ah! muy fácil dijo el buitre del pueblo lejano. Debajo de la cama donde duerme el Rey, hay un sapo gigante lleno de espinas; aquella persona que logre sacar las espinas del cuerpo del sapo, sanará el Rey. Los buitres comentaron que fácil es la cura, ¿qué, no hay un hombre inteligente en este mundo? dijo uno de ellos.
El joven Colegial muy emocionado al escuchar todo lo que comentaron los buitres, se levantó espantando a los buitres y estos alzaron vuelo.
En seguida, el Colegial fue a la colina a verificar la existencia de la gran piedra y del agua como comentaron los buitres. Al llegar a la colina el joven Colegial observó la piedra. ¡Qué maravilla! dijo moviendo un poco la roca y salió agua, en seguida volvió a ubicar la gran roca en su lugar.
El joven Colegial, muy contento al descubrir la existencia del agua cerca del pueblo, fue a comentar a su madre y vecinos que pronto el pueblo tendría agua. En menos de un minuto recorrió la noticia toda la cuadra, en cinco minutos ya sabía todo el pueblo incluyendo el alcalde.
Entonces el alcalde invitó al Colegial para escuchar su versión de la existencia del agua. El muchacho muy contento le dijo: les daré un río de agua, el alcalde se sorprendió y pregunto ¿de dónde vas a sacar agua? este pueblo es muy seco. El Colegial respondió: muy cerca del pueblo y si no les doy agua me tomaran preso. El alcalde aceptó la propuesta.
Estaba tan emocionado con la noticia del Colegial, reunió a toda la gente del pueblo. Este joven Colegial sabe donde hay agua cerca del pueblo y si logra darnos será el nuevo alcalde. Los habitantes del pueblo también mencionaron, si nos da agua, cada uno de nosotros los habitantes te daremos la mitad de nuestras propiedades.
El Colegial, aceptó la propuesta y dijo: mañana a primera hora todos los hombres del pueblo vendrán con sus herramientas para construir un canal y reservorio. Al siguiente día muy temprano toda la gente del pueblo llegó con sus herramientas y reunidos esperaban las órdenes del Colegial; fue entonces que el Colegial ordenó excavar un lugar para almacenar el agua y un canal hacia la colina. Al llegar la excavación muy cerca de la gran roca, el Colegial dio la orden de moverla, saliendo una gran cantidad de agua que toda la gente se bañó en ella.
La gente del pueblo muy alegre cargó en los hombros al Colegial y lo pasearon por todas las calles del pueblo. El joven Colegial fue nombrado alcalde del pueblo.
Conforme pasaron los días, el Colegial recordó de la plática de los buitres sobre la existencia de un Rey enfermo, entonces comunicó a la gente del pueblo que dejaría la alcaldía en sus manos. Al siguiente día muy temprano emprendió el camino en dirección al castillo a curar al Rey.
Al llegar al castillo en la puerta fue atendido por un soldado, el Colegial le dijo que venía a curar al Rey, el soldado no lo tomó importancia y cerró la puerta al ver que era un joven.
El Colegial no se dio por vencido y no se movió del castillo insistiendo, tocando la puerta. Pasaron un día, dos y al tercer día salió el mayordomo de la Reina, entonces el Colegial aprovechó para comentarle que sabía la fórmula para curar al Rey.
En seguida, el mayordomo hizo pasar al Colegial a la sala del castillo, iré a comunicarle a la Reina dijo el mayordomo. La Reina al escuchar el mensaje que hay un joven que sabe la fórmula para curar al Rey aceptó la propuesta dando la orden de que entrará.
El Colegial ingresó a la habitación del Rey, tal como mencionan los buitres observó debajo de la cama un sapo gigante lleno de espinas, de inmediato ordenó que cambiaran de habitación al Rey y los soldados más fuertes la agarraran fuerte de las piernas, brazos y cabeza.
Entonces el Colegial se quedó solo en la habitación, cogió al sapo y sacó una espina y escuchó un grito fuerte del Rey, sacó la segunda espina y volvió a escuchar el segundo grito del Rey, el Colegial seguía sacando las espinas y los gritos del Rey eran insoportables, al sacar la última espina, el Rey de tanto dolor quedó desmayado.
La Reina pensó que el Rey había muerto y dio la orden de quemar al Colegial, pero el Colegial dijo: mi Reina nuestro Rey solo se desmayó del dolor ahora se encuentra curado, traigan frotación y pásenlo por el cuerpo.
A unos minutos después de haber pasado la frotación, el Rey despertó, se levantó sin dolor y con mucha fuerza; sus primeras palabras fueron: ¿quién me curó?, la Reina dijo: es este joven, señalando al Colegial. El Rey abrazo al muchacho, tomó de la mano a su hija la princesa y las unió con las manos del joven Colegial.
Ante todos los empleados del palacio el Rey dijo: desde este momento este joven será el nuevo Rey y tomará como esposa a mi hija la princesa. Coronaron al Colegial como rey. La gente del pueblo estaba muy alegre con la noticia: el rey fue curado por un joven Colegial que fue coronado como nuevo rey. La noticia recorrió todo el mundo, hasta donde sé aún viven el Colegial y la princesa junto a sus hijos.