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Leyendas e Historias de mi Albaicin
Todos hemos contemplado numerosas veces la Alhambra y su colina, magestuosa y vigilante presidiendo la ciudad de Granada, pero, igualmente interesante es lo que no vemos. Todo un entramado de oscuros y estrechos pasadizos recorren la colina roja. Túneles, galerías, grutas pobladas por fantasmas según Washington Irving.
Bajo el suelo de la alcazaba, la zona defensiva, abundan numerosos Silos y Mazmorras que se usaban para almacenar semillas y grano y otros para "almacenar" a los cautivos que, posteriormente canjeaban por dinero o intercambiaban por cautivos que volvían a su bando.
Una antigua leyenda cuenta de la existencia de una mina de oro en la misma colina de la Sabika, oro depositado allí por las corrientes subterráneas del rio Dauro ("Da oro") y explotada y agotada en época de los romanos.
También se Cuenta que, mientras en el salón de Comarex, el sultán Muhammad V recibía a los embajadores, bajo su trono, una galería, eso si, desprovista de adornos y comodidades daba alojamiento a los guardias.
Se dice que todos estos pasadizos conectan las diferentes torres de la fortaleza entre sí, la alcazaba con los palacios nazaríes, con torres bermejas (antigua prisión) con el barrio del Albaicin incluso con zona que daba a campo abierto donde practicaban la Cetrería a la que eran muy asiduos los reyes nazaríes.
En definitiva eran utilizados para escapar del enemigo en caso de asedio y para entrar y salir de la ciudad palatina sin ser vistos.
De los casi 50 km. que se estima que conforman este laberinto subterráneo sólo unos pocos están abiertos al público. Actualmente se pueden visitar una ínfima representación de ellos, concretamente los situados bajo el Carmen de los Rodríguez Acosta.
Todos hemos contemplado numerosas veces la Alhambra y su colina, magestuosa y vigilante presidiendo la ciudad de Granada, pero, igualmente interesante es lo que no vemos. Todo un entramado de oscuros y estrechos pasadizos recorren la colina roja. Túneles, galerías, grutas pobladas por fantasmas según Washington Irving.
Bajo el suelo de la alcazaba, la zona defensiva, abundan numerosos Silos y Mazmorras que se usaban para almacenar semillas y grano y otros para "almacenar" a los cautivos que, posteriormente canjeaban por dinero o intercambiaban por cautivos que volvían a su bando.
Una antigua leyenda cuenta de la existencia de una mina de oro en la misma colina de la Sabika, oro depositado allí por las corrientes subterráneas del rio Dauro ("Da oro") y explotada y agotada en época de los romanos.
También se Cuenta que, mientras en el salón de Comarex, el sultán Muhammad V recibía a los embajadores, bajo su trono, una galería, eso si, desprovista de adornos y comodidades daba alojamiento a los guardias.
Se dice que todos estos pasadizos conectan las diferentes torres de la fortaleza entre sí, la alcazaba con los palacios nazaríes, con torres bermejas (antigua prisión) con el barrio del Albaicin incluso con zona que daba a campo abierto donde practicaban la Cetrería a la que eran muy asiduos los reyes nazaríes.
En definitiva eran utilizados para escapar del enemigo en caso de asedio y para entrar y salir de la ciudad palatina sin ser vistos.
De los casi 50 km. que se estima que conforman este laberinto subterráneo sólo unos pocos están abiertos al público. Actualmente se pueden visitar una ínfima representación de ellos, concretamente los situados bajo el Carmen de los Rodríguez Acosta.