Que buenos recuerdos tengo.
El silencio de la noche
es mi mejor aliado
el que me ayuda a recordar
de lo bueno y de lo malo.
Es el que me ayuda a pensar
lo que tengo que escribir
cuando hago algún poema,
y lo escribo para tí.
Sólo escucho el rasgar
de mi pluma en el papel
y el latir de mi corazón,
que se escucha alguna vez.
Doy paso a mis recuerdos
los de antes y de ahora
de cuándo era el chiquillo,
que cantaba a todas horas.
Que buenos recuerdos tengo
de cuándo era un chavalillo
cuando me iba a la escuela
y a jugar con mis amigos.
Fui creciendo poco a poco
y me dió por la poesía,
de pequeño ya escribía
alguna que otra,
sin saber lo que decía.
Todo era muy bonito
por lo menos para mí,
cuando escribía al amor
y recitaba mis poemas,
a mi tierra y para tí.
MANUEL LINDEZ RODRÍGUEZ.
El silencio de la noche
es mi mejor aliado
el que me ayuda a recordar
de lo bueno y de lo malo.
Es el que me ayuda a pensar
lo que tengo que escribir
cuando hago algún poema,
y lo escribo para tí.
Sólo escucho el rasgar
de mi pluma en el papel
y el latir de mi corazón,
que se escucha alguna vez.
Doy paso a mis recuerdos
los de antes y de ahora
de cuándo era el chiquillo,
que cantaba a todas horas.
Que buenos recuerdos tengo
de cuándo era un chavalillo
cuando me iba a la escuela
y a jugar con mis amigos.
Fui creciendo poco a poco
y me dió por la poesía,
de pequeño ya escribía
alguna que otra,
sin saber lo que decía.
Todo era muy bonito
por lo menos para mí,
cuando escribía al amor
y recitaba mis poemas,
a mi tierra y para tí.
MANUEL LINDEZ RODRÍGUEZ.