Tito Antonio Escudero
Y LLEGÓ EL OTOÑO
Octubre abre las puertas,
de par en par al otoño.
Nos va regando los campos.
Hay árboles con retoños.
Llena los valles de hojas,
marrones y amarillentas.
Van llegando pajaritos,
con sus pechugas hambrientas.
El Cielo se llena nubes,
con aguas dulces, cargadas.
Las que se irán a la mar,
y se volverán saladas.
El otoño llena el campo,
de hojas secas, sin olores.
Abono para la tierra,
cuando lleguen nuevas flores.
Tristes tardes otoñales,
cuando falta luz del Sol.
Las copas bien encendidas,
con el cisco o el carbón.
Con las mañanitas frescas,
y los abuelos al Sol,
se van pasando los días,
corriendo que es un primor.
Y LLEGÓ EL OTOÑO
Octubre abre las puertas,
de par en par al otoño.
Nos va regando los campos.
Hay árboles con retoños.
Llena los valles de hojas,
marrones y amarillentas.
Van llegando pajaritos,
con sus pechugas hambrientas.
El Cielo se llena nubes,
con aguas dulces, cargadas.
Las que se irán a la mar,
y se volverán saladas.
El otoño llena el campo,
de hojas secas, sin olores.
Abono para la tierra,
cuando lleguen nuevas flores.
Tristes tardes otoñales,
cuando falta luz del Sol.
Las copas bien encendidas,
con el cisco o el carbón.
Con las mañanitas frescas,
y los abuelos al Sol,
se van pasando los días,
corriendo que es un primor.