Hubo un tiempo en que mi ventana se abría
sobre una ciudad que parecía hecha de tiza.
Cerca de la ventana había un pequeño jardín casi seco.
Era una época de sequía, de tierra desgarrada,
Y el jardín parecía muerto.
Pero cada mañana venía un hombre con un balde,
Y en silencio, iba a tirar con la mano unas gotas de agua sobre las plantas.
No era un riego: era una especie de aspersión ritual, para que el jardín no muriera.
Y yo miraba las plantas, al hombre, a las gotas de agua que caían de sus dedos
y veia como poco a poco el jardin era tan agradecido... que el verde volvia como una especie de magia...
y mi corazón estaba completamente feliz.
A veces abro la ventana y encuentro al jazminero en flor.
Otras veces encuentro nubes rosadas.
Avisto niños que van a la escuela
Gorriones que saltan por el muro
Gatos que abren y cierran los ojos, soñando con gorriones.
Mariposas blancas, dos a dos, reflejadas en el espejo del aire.
Marimbondos que siempre me parecen personajes de Lope de Vega.
A veces canta un gallo
A veces pasa un avión
Todo está bien, en su lugar, cumpliendo su destino.
Y me siento completamente feliz
Pero cuando hablo de estas pequeñas felicidades correctas,
que están ante cada ventana, unos dicen que estas cosas no existen,
Otros que solo existen ante mis ventanas, y otros,
que solo yo las veo asi...
Por fin, he entendido que hay que aprender a mirar,
para poder notar todas estas pequeñas maravillas..
asi es la vida.. hay que aprender a estar atentos...
igual que lo hago yo a través de mi ventana...
sobre una ciudad que parecía hecha de tiza.
Cerca de la ventana había un pequeño jardín casi seco.
Era una época de sequía, de tierra desgarrada,
Y el jardín parecía muerto.
Pero cada mañana venía un hombre con un balde,
Y en silencio, iba a tirar con la mano unas gotas de agua sobre las plantas.
No era un riego: era una especie de aspersión ritual, para que el jardín no muriera.
Y yo miraba las plantas, al hombre, a las gotas de agua que caían de sus dedos
y veia como poco a poco el jardin era tan agradecido... que el verde volvia como una especie de magia...
y mi corazón estaba completamente feliz.
A veces abro la ventana y encuentro al jazminero en flor.
Otras veces encuentro nubes rosadas.
Avisto niños que van a la escuela
Gorriones que saltan por el muro
Gatos que abren y cierran los ojos, soñando con gorriones.
Mariposas blancas, dos a dos, reflejadas en el espejo del aire.
Marimbondos que siempre me parecen personajes de Lope de Vega.
A veces canta un gallo
A veces pasa un avión
Todo está bien, en su lugar, cumpliendo su destino.
Y me siento completamente feliz
Pero cuando hablo de estas pequeñas felicidades correctas,
que están ante cada ventana, unos dicen que estas cosas no existen,
Otros que solo existen ante mis ventanas, y otros,
que solo yo las veo asi...
Por fin, he entendido que hay que aprender a mirar,
para poder notar todas estas pequeñas maravillas..
asi es la vida.. hay que aprender a estar atentos...
igual que lo hago yo a través de mi ventana...