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PEDRO MARTINEZ: ‘El lamento del pájaro Guajojó’, una leyenda originaria...

‘El lamento del pájaro Guajojó’, una leyenda originaria de Bolivia

Cuenta una leyenda de Bolivia que hace mucho tiempo un jefe cacique y hechicero vivía con su hija en un poblado. Él deseaba que su única hija se casara con alguien importante, de su estirpe, pero la joven se enamoró de un guerrero.

Por miedo a las reprimendas de su padre, al principio llevó su amor en secreto. La pareja escogía lugares lejanos para esconder su amor. Pero al final, por un descuido, el padre de la muchacha lo descubrió todo.

El hombre se enfadó tanto que decidió mandar al joven guerrero a una dura batalla con el deseo de que le dieran muerte y su hija pudiera así olvidarle y buscar otro compañero. Pero, para su sorpresa, el joven guerrero regreso de la batalla sano y salvo.

– ¡Tendré que ocuparme y mismo!- pensó el cacique. Y planeó la forma de acabar con él sin que nadie se enterara.

El plan del cacique para acabar con el joven guerrero
El padre de la muchacha enamorada preparó una excursión al bosque con tres de sus guerreros. Entre ellos, por supuesto, estaba el amante de su hija. Pero la chica, al enterarse, sospechó que algo malo podía pasarle a su enamorado y siguió la comitiva sin ser vista. Entonces vio, que cuando ya estaban en pleno bosque, el cacique ordenó al grupo que se dividiera, de tal forma que él se quedaría solo con el joven enamorado de su hija. Al quedarse solos, el padre de la muchacha sacó un cuchillo y asesinó al joven, en presencia de los horrorizados ojos de la chica, que volvió corriendo al poblado.

Cuando regresó su padre, le gritó muy enfadada y dolida que ya sabía lo que había hecho, que lo había visto todo y que todo el mundo lo sabría porque ella iba a contarlo. El padre, presa de terror por lo que pudiera pasarle si todos se enteraban del asesinato del joven guerrero, usó sus conocimientos en brujería para transformar a su hija en un pájaro Guajojó. Ella se elevó entonces hacia el cielo y se retiró en soledad.

Cuentan que desde entonces, en las noches más oscuras, se escucha el doloroso lamento del pájaro Guajojó, que recuerda el dolor de la muchacha ante la muerte de su enamorado.