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PEDRO MARTINEZ: Las tres pipas una leyenda india...

Las tres pipas una leyenda india

Cuenta la leyenda, que un miembro de una tribu india, ‘Pies de plomo’, se enojó mucho con un compañero, y decidió acudir a la tienda del Jefe de la tribu para explicarle lo que sucedía. Estaba tan enfadado con su compañero, que pensaba matarle.

– Oh, Jefe de la Tribu, estoy tan enfadado con Águila Parda, que ahora mismo voy a buscarle para matarle.

– Espera- contestó el Jefe de la tribu- Entiendo tu enfado y comprendo que quieras vengarte con rapidez. Pero antes, te pido que tomes esta pipa, vayas junto al árbol sagrado y fumes un rato. Luego regresa y vuelve a explicarme lo que deseas hacer.

Así que el ‘Pies de plomo’ tomó la pipa, se fue hasta el árbol anciano e hizo lo que le había pedido el Jefe de la tribu. Una vez que terminó, regresó, eso sí, mucho más tranquilo. De hecho, según volvía a la tienda del Jefe, se dio cuenta de que en realidad, matar al joven indio que le había ofendido, tal vez era demasiado…

– Oh, gran Jefe- dijo el indio- Gracias por la pipa. He pensado y ahora creo que bastará con darle una gran paliza a ‘Águila Parda’…

– Entiendo bien lo que dices- contestó el Jefe de la tribu- Pero antes, te pido que vuelvas con la pipa al árbol sagrado y fumes de nuevo. Después, tráela de vuelta…

El indio fuma una segunda y una tercera pipa
El indio, un poco sorprendido, accedió a ir de nuevo al árbol anciano. Y comenzó a fumar la pipa. Al terminar, se dio cuenta de que sus emociones habían cambiado, y ya no se sentía tan enfadado. Según regresaba a la tienda del Gran jefe, pensó que no merecía la pena darle una paliza al indio que le había ofendido.

– Oh, Gran Jefe- le dijo el indio- Toma la pipa, muchas gracias. Pero es curioso, ahora no siento la necesidad de darle una paliza a ‘Aguila Parda’. Creo que bastará con dejarle en ridículo delante de todos. Eso haré… le insultaré delante de todos los demás.

– Bien, joven indio, entiendo bien que aún te sientas enfadado. Pero antes de ir a buscarle, toma esta tercera pipa y acude de nuevo al árbol anciano. Después, regresa a verme.

Al indio no le apetecía mucho ir de nuevo a fumar junto al árbol, pero hizo caso y acudió con la pipa al árbol sagrado. Fumó y al terminar, según regresaba a la tienda del Gran Jefe indio, se dio cuenta de que su enojo se había esfumado por completo, como el humo de la pipa, y que en realidad lo que debería es ir a hacer las paces con el joven indio que le había ofendido, con un gran abrazo.

– Oh, Gran Jefe indio- le dijo entonces el indio- Muchas gracias por la pipa. Ahora lo veo todo más claro: creo que lo que debo hacer es ir a dar un gran abrazo al joven que me ofendió. Así podremos hacer las paces y recuperaré un amigo. Seguro que ‘Águila Parda’ está muy arrepentido de lo que ha hecho…

– ¡Que sabia decisión!– le dijo el cacique- Es lo que quería decirte, pero era mucho mejor que llegaras por ti mismo a esa conclusión.