Cuando Albert Einstein conoció a Charles Chaplin le dijo: lo que más admiro de su arte es que usted no dice una palabra y sin embargo todo el mundo lo entiende.
Chaplin, le respondió: cierto, pero su gloria es aún mayor; el mundo entero lo admira cuando nadie entiende una palabra de lo que dice.
Chaplin, le respondió: cierto, pero su gloria es aún mayor; el mundo entero lo admira cuando nadie entiende una palabra de lo que dice.