La Leyenda Mejicana del Quinto Sol Teotihuacán
Cuenta la leyenda que antes de este hubo cuatro intentos por crear al sol que le diera luz a la tierra, finalmente se juntaron los dioses en Teotihuacán y discutieron la manera en que habría de hacerse un sol en equilibrio y una luna que lo acompañara.
Vengan dioses los hemos llamado los cuatro creadores: Yo Quetzalcoatl, serpiente de plumas preciosas, deidad de la fertilidad.
Yo, Huitzilopochtli, colibrí del sur, dios de la guerra.
Yo, Tezcatlipoca, espejo humeante, el que da y quita riquezas.
Yo, Xipetotec, Señor desollado, deidad de la primavera y renovación de la flora.
¿Quién ha de ser el Quinto Sol?
¿Quién se sacrificará para ser el Sol del movimiento?
El sacrificio de uno no es suficiente.
Alguien deberá de iluminar las penumbras.
¿Quién dará su vida para ser el Sol?
Yo, Tecuciztecatl, me ofreceré en sacrificio. Debido a mi nobleza no hay nadie más indicado que yo, para ser la luz en los cielos.
Tú serás el Sol, pero… ¿quién será la Luna?
Aunque no me considero digno, acepto con honor su mandato.
En este lugar se construirá el templo al Sol.
Será aquí el lugar del templo a la Luna.
El momento en que los cielos se iluminen se acerca.
El momento en que el sacrificio debe de ser realizado es ahora, Los elegidos están listos, el fuego los espera.
Así debe ser. Que venga la luz a esta tierra. Tecuciztecatl… tu has de ser el primero.
Es tu turno Nanahuatzin
Tecuciztecatl Bienvenido Sol Tonatiuh, nacido del sacrificio de Nanahuatzin.
Tú Tecuciztecatl, que dudaste de tu sacrificio, serás castigado; por mí, Ehecatl dios del viento.
Tú Quinto Sol, te exhorto a que te muevas.
Es necesario que te muevas para que haya día y noche. Para que inicie la era de los hombres.
SOL: Exijo que me ofrezca la sangre de los dioses para que yo pueda moverme.
Nos sacrificaremos todos los dioses, nuestra sangre será el cimiento de un nuevo inicio y así comenzará la era de los hombres.
Y fue así como se creo el quinto sol y la luna que lo acompaña…
Cuenta la leyenda que antes de este hubo cuatro intentos por crear al sol que le diera luz a la tierra, finalmente se juntaron los dioses en Teotihuacán y discutieron la manera en que habría de hacerse un sol en equilibrio y una luna que lo acompañara.
Vengan dioses los hemos llamado los cuatro creadores: Yo Quetzalcoatl, serpiente de plumas preciosas, deidad de la fertilidad.
Yo, Huitzilopochtli, colibrí del sur, dios de la guerra.
Yo, Tezcatlipoca, espejo humeante, el que da y quita riquezas.
Yo, Xipetotec, Señor desollado, deidad de la primavera y renovación de la flora.
¿Quién ha de ser el Quinto Sol?
¿Quién se sacrificará para ser el Sol del movimiento?
El sacrificio de uno no es suficiente.
Alguien deberá de iluminar las penumbras.
¿Quién dará su vida para ser el Sol?
Yo, Tecuciztecatl, me ofreceré en sacrificio. Debido a mi nobleza no hay nadie más indicado que yo, para ser la luz en los cielos.
Tú serás el Sol, pero… ¿quién será la Luna?
Aunque no me considero digno, acepto con honor su mandato.
En este lugar se construirá el templo al Sol.
Será aquí el lugar del templo a la Luna.
El momento en que los cielos se iluminen se acerca.
El momento en que el sacrificio debe de ser realizado es ahora, Los elegidos están listos, el fuego los espera.
Así debe ser. Que venga la luz a esta tierra. Tecuciztecatl… tu has de ser el primero.
Es tu turno Nanahuatzin
Tecuciztecatl Bienvenido Sol Tonatiuh, nacido del sacrificio de Nanahuatzin.
Tú Tecuciztecatl, que dudaste de tu sacrificio, serás castigado; por mí, Ehecatl dios del viento.
Tú Quinto Sol, te exhorto a que te muevas.
Es necesario que te muevas para que haya día y noche. Para que inicie la era de los hombres.
SOL: Exijo que me ofrezca la sangre de los dioses para que yo pueda moverme.
Nos sacrificaremos todos los dioses, nuestra sangre será el cimiento de un nuevo inicio y así comenzará la era de los hombres.
Y fue así como se creo el quinto sol y la luna que lo acompaña…