La leyenda de El hombre Mám es de la huasteca que se ha transmitido de generación en generación desde hace siglos. Cuenta la leyenda que hace muchos años existía un misterioso hombre
que vivía en la cima del cerro Tamáb, allí vivía junto a su esposa y sin hijos, dedicaba su vida a sembrar maíz, el cual cosechaba con frecuencia debido a que sus tierras siempre estaban húmedas. En el pie del cerro los pobladores no tenían suficientes lluvias y los ríos no tenían suficiente agua, así que pasaban mucha hambre, por eso cuando veían al extraño hombre de Tamáb bajar con mucho maíz para vender se ponían muy envidiosos. Un día decidieron secuestrarlo y meterlo a la cárcel par que contara cuál era su secreto, él les dijo que si lo dejaban ir les mandaría lluvia pues era un hombre Mám, un señor de las tormentas, ellos lo dejaron ir incrédulos. Al día siguiente llovió delicadamente sobre el pie del cerro, los hombres se sintieron ofendidos por tan poco agua, así que subieron para reclamarle al hombre, pero éste no estaba, así que maltrataron a su mujer exigiendo lluvia. Cuando el hombre Mám volvió a su hogar vio a su mujer maltratada y se enfureció de tal manera que mandó una lluvia como nunca antes, ésta desbordó los ríos y destruyó las casas de los pobladores. Dios observó esta situación y decidió castigar al hombre Man, Leyenda del El hombre man lo envió al norte en soledad. Cuenta la historia que el Mám envía cada año fuertes huracanes debido a su enojo que aún persiste, pero siempre se encarga de dejar una agradable lluvia sobre el monte Tamáb para su esposa.
que vivía en la cima del cerro Tamáb, allí vivía junto a su esposa y sin hijos, dedicaba su vida a sembrar maíz, el cual cosechaba con frecuencia debido a que sus tierras siempre estaban húmedas. En el pie del cerro los pobladores no tenían suficientes lluvias y los ríos no tenían suficiente agua, así que pasaban mucha hambre, por eso cuando veían al extraño hombre de Tamáb bajar con mucho maíz para vender se ponían muy envidiosos. Un día decidieron secuestrarlo y meterlo a la cárcel par que contara cuál era su secreto, él les dijo que si lo dejaban ir les mandaría lluvia pues era un hombre Mám, un señor de las tormentas, ellos lo dejaron ir incrédulos. Al día siguiente llovió delicadamente sobre el pie del cerro, los hombres se sintieron ofendidos por tan poco agua, así que subieron para reclamarle al hombre, pero éste no estaba, así que maltrataron a su mujer exigiendo lluvia. Cuando el hombre Mám volvió a su hogar vio a su mujer maltratada y se enfureció de tal manera que mandó una lluvia como nunca antes, ésta desbordó los ríos y destruyó las casas de los pobladores. Dios observó esta situación y decidió castigar al hombre Man, Leyenda del El hombre man lo envió al norte en soledad. Cuenta la historia que el Mám envía cada año fuertes huracanes debido a su enojo que aún persiste, pero siempre se encarga de dejar una agradable lluvia sobre el monte Tamáb para su esposa.