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PEDRO MARTINEZ: Son cerca de las nueve de la noche, en breve encenderé...

Son cerca de las nueve de la noche, en breve encenderé la caja tonta y me recordará que vivo en un mundo que respira sobre un pulmón que se ahoga y que late en un corazón ateo de esperanza, de amor y de cariño.
Vivo en un mundo donde cada vez hay menos abrazos y donde los sentimientos se han ido a vivir a prostíbulos de falsos te quieros. Vivo en un mundo lleno de ira, de amigos que dejaron de serlo y de familias que perdieron el valor de su apellido por una mísera herencia.
Vivo en un mundo donde se alquilan citas y donde las alianzas aprietan. Vivo en un mundo donde aún la mujer no tiene los mismos derechos que el hombre.
Vivo en un mundo donde unos se creen más importantes que otros y todavía no hemos llegado a entender que todos somos iguales. Que todos somos todos. Y que todos somos TODO.
Vivo en un mundo donde más es mejor, cuando la verdadera felicidad radica en el más absoluto vacío.
Vivo en un mundo donde son más los que se echan de menos que los que están juntos. Donde son más los corazones rotos que los sanos. Donde los whastaaps y las redes sociales nos han desconectado y deshumanizado y donde lo importante son los me gusta. A pesar de que cada noche duermas solo.
Vivo en un mundo lleno de personas que no encuentran al amor de su vida.
Vivo en un mundo que se muere. Y tú ni siquiera te has dado cuenta.
Vivo en un mundo donde dejaste en ayunas tu capacidad de amar. Y donde ridiculizaste el verbo más potente del mundo capaz de cambiarlo todo.
Vivo en mundo donde nadie te cede el paso, donde el ego ha pasado a ser más importante que respirar y donde la educación es una palabra que por definición, solo existe en el diccionario.
Vivo en un mundo que todo el mundo critica pero nadie hace nada para mejorarlo. Vivo en un mundo lleno de envidias, de falsas promesas y de relaciones efímeras que se escapan al viento entre hilos de algodón.
Vivo en un mundo donde las nubes sienten vergüenza de nuestros pasos.
Vivo en un mundo donde el amor libre no existe. Digan lo que digan.
Vivo en un mundo donde opinar es gratis pero ayudar cuesta dinero.
Vivo en un mundo donde nos han llenado la cabeza de mentiras, donde nos han alejado de la verdad y donde nos mantienen entretenidos para que la curiosidad no mate al gato.
Camino y camino y solo veo ojos huérfanos de amor, ojos que cuentan una y mil cicatrices y heridas incurables. Vivo en un mundo que huele a miedo, a egoísmo y a prisas. La gente ha perdido la magia, se viste de nada y se maquilla de mentiras.
Compramos cosas absurdas que no necesitamos pero creemos que sí y que con ellas seremos mejores. Entrenamos nuestros cuerpos exprimiendo en sudor gemidos de esfuerzos inimaginables y olvidamos entrenar lo más importante: nuestra mente. Nos han mimetizado hasta el más mínimo de nuestros sentidos para que olvidemos pensar.
Vivo en un mundo que vive dormido y que ya va siendo hora de que despierte.