PEDRO MARTINEZ: La fuente de la juventud...

La fuente de la juventud

Un día Don Quetza, un quetzal muy sabio y de hermoso plumaje, escuchó la discusión de sus nietos. Uno decía: “Yo soy el más fuerte”; pero el otro le reclamaba: “Tú serás el más fuerte, pero yo tengo la plumas más hermosas de todos lo quetzales”. Y así, reñían hasta los golpes.
Don Quetza aprovechó el momento para contarle una historia sobre la experiencia que le cambio la vida.
-“Hace mucho tiempo cuando yo era joven”, les decía. “Me sentía el quetzal más hermoso y fuerte de todos. Menospreciaba a los demás animales del bosque. Hasta que conocí a un diminuto animal que me hizo reflexionar. Miré asombrado cómo una longeva hormiga levantó grandes pedazos de hojas y luego las cargaba por extensas distancias.
Intrigado le pregunté por el secreto de su maravillosa fuerza; si conocía la fuente de la eterna juventud.
Aquella hormiga se detuvo un instante por mi inusual pregunta.
-“Si la conozco”, me confesó.
-Por favor, revélemelo. Dígame cuál es el secreto de la eterna juventud, insistí
-“El trabajo”, me dijo. “El trabajo no permite que te sientas débil. Yo, aunque estoy anciana, todos los días me levanto muy temprano a trabajar, y eso me mantiene fuerte”.
La familia, aquellas personas que están con nosotros siempre dispuestas a ayudarnos y a amarnos tal como somos. Aunque a veces estoy ocupada, siempre tengo tiempo para escuchar y pasar tiempo con los que más amo.
Y por último, el propósito. Todos tenemos sueños por alcanzar. El día que no me proponga un propósito o una meta, desde ese día comenzaré a morir”.
Pensé que solo era una hormiga loca y mentirosa; hasta que la vi levantar, otra vez, enormes pedazos de hoja; y cuando se sentía cansada, sus amigos la ayudaban. Pero lo mejor fue cuando observé que su familia la abrazaba con mucho cariño
Desde ese día entendí que no existe una fuente de la juventud, y que ser fuerte o hermoso no es lo más importante sino que lo más significativo en la vida es lo que llevamos por dentro.