Un niño tenía dos manzanas en su mano...
Su mamá se le acercó y le dijo:
- ¿Me das una para comerla?
El niño mordió una y luego la otra...
La mamá sintió como se le congeló la sonrisa y trató de no mostrar su gran decepción...
Pero el niño le pasa una de las manzanas y le dice:
-Toma mamita, esta es la más dulce...
Moraleja: no importa cuánto conozcamos de la vida, ofrece la oportunidad de que el otro te de una explicación, porque lo que percibes en otros, no puede ser la realidad...
No juzgues, para que no seas juzgado.
Su mamá se le acercó y le dijo:
- ¿Me das una para comerla?
El niño mordió una y luego la otra...
La mamá sintió como se le congeló la sonrisa y trató de no mostrar su gran decepción...
Pero el niño le pasa una de las manzanas y le dice:
-Toma mamita, esta es la más dulce...
Moraleja: no importa cuánto conozcamos de la vida, ofrece la oportunidad de que el otro te de una explicación, porque lo que percibes en otros, no puede ser la realidad...
No juzgues, para que no seas juzgado.