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PEDRO MARTINEZ: Dos pequeños se roban u saco de limones del vecindario...

Dos pequeños se roban u saco de limones del vecindario y optan por dividirlos en un lugar callado y apartado
Uno sugiere: “ ¡Vamos al cementerio, a esta hora no hay nadie!”.
Al saltar la cerca del cementerio dos limones salen del saco y no le dieron mayor importancia, pues el saco tenía muchos más.
Algunos minutos más tarde, un borracho que salió de una cantina pasó cerca de la puerta de la entrada del cementerio y escucha una voz que decía: “Uno para ti, uno para mí, uno para ti, uno para mí...”.
Inmediatamente se le fue la borrachera y corrió tan rápido que cae en la escalera de la iglesia.
— ¡Padre, padre, padre, despierte!
Repetidamente hasta que finalmente el padre abre la puerta.
—Padre, venga conmigo, he sido testigo de que Dios y el Diablo se están compartiendo los muertos del cementerio.
Ambos corrieron de regreso al cementerio y al llegar aún la voz continuaba: “Uno para ti, uno para mí, uno para ti, uno para mí...”.
Repentinamente, la voz se detuvo y dice: “ ¿Qué hacemos con los dos que están en la entrada?”.
¡Debieron ver aquella maratón del padre y el borracho!
El padre casi se pasa la puerta de entrada a la iglesia gritando: “ ¡Aún no estamos muertos. No nos cuenten!