INCIDENTE EN UN AVIÓN
Un avión ya había iniciado el vuelo cuando una de las pasajeras oprimió el timbre: « ¿Cuál es el problema?», preguntó la azafata. « ¿Es que no lo ve? Me colocaron junto a un sucio indígena. ¿No tiene otro asiento?». «Creo que todos los asientos están ocupados, pero voy a ver si hay alguno disponible». Se alejó y volvió al cabo de unos minutos. «Ya no hay ningún lugar libre en la clase turista. He hablado con el comandante y me ha confirmado que sí los hay en primera clase. Es del todo inusual permitir que una persona de la clase económica sea reubicado en primera clase, pero dadas las circunstancias, el oficial al mando encuentra que sería escandaloso obligar a alguien a sentarse con una persona tan repugnante». Entonces, la azafata, dirigiéndose al indígena, le dijo: «Si el señor lo desea, tome su equipaje de mano, ya que su asiento en primera clase lo espera». Los pasajeros, sorprendidos por la resolución de la asistente de vuelo, se levantaron y aplaudieron, mientras que la señora se quedó sola en su asiento, abochornada por los improperios de sus compañeros de viaje. El racismo y la xenofobia son totalmente injustificados. Seamos tolerantes, da igual de qué color sea nuestra piel o de dónde procedamos, todos somos seres humanos.
Un avión ya había iniciado el vuelo cuando una de las pasajeras oprimió el timbre: « ¿Cuál es el problema?», preguntó la azafata. « ¿Es que no lo ve? Me colocaron junto a un sucio indígena. ¿No tiene otro asiento?». «Creo que todos los asientos están ocupados, pero voy a ver si hay alguno disponible». Se alejó y volvió al cabo de unos minutos. «Ya no hay ningún lugar libre en la clase turista. He hablado con el comandante y me ha confirmado que sí los hay en primera clase. Es del todo inusual permitir que una persona de la clase económica sea reubicado en primera clase, pero dadas las circunstancias, el oficial al mando encuentra que sería escandaloso obligar a alguien a sentarse con una persona tan repugnante». Entonces, la azafata, dirigiéndose al indígena, le dijo: «Si el señor lo desea, tome su equipaje de mano, ya que su asiento en primera clase lo espera». Los pasajeros, sorprendidos por la resolución de la asistente de vuelo, se levantaron y aplaudieron, mientras que la señora se quedó sola en su asiento, abochornada por los improperios de sus compañeros de viaje. El racismo y la xenofobia son totalmente injustificados. Seamos tolerantes, da igual de qué color sea nuestra piel o de dónde procedamos, todos somos seres humanos.