Hay palabras que se las lleva el viento, palabras que alegran el alma y palabras que queman, desgarran y convierten en cenizas todo lo que encuentran a su paso.
No seas un piromano, porque el fuego a veces, sorprende y no te permite salir corriendo.
No seas un piromano, porque el fuego a veces, sorprende y no te permite salir corriendo.