PEDRO MARTINEZ: LA ZORRA Y EL ERIZO...

LA ZORRA Y EL ERIZO

Había una vez una joven y espléndida zorra que un día decidió salir a nadar por las aguas cristalinas de un río cercano al lugar donde habitaba. Llena de juventud y energía, se metió en el agua y empezó a refrescarse bajo el sol.
En un instante, el tiempo se empezó a nublar. Aunque el animal intentó con todas sus fuerzas salir del río, acabó siendo llevado por la fuerza de la corriente hacia un barranco profundo, donde quedó durante mucho tiempo magullado, enfermo e incapaz de moverse.
En esas condiciones, un enjambre de moscas hambrientas, que chupan sangre, se puso sobre ella para darse el gran festín. Un erizo que pasaba por ahí vio su angustia y le preguntó si quería que le espantara las moscas que la atormentaban.
–De ningún modo –contestó la zorra–, por favor, no las molestes.
– ¿Cómo es eso? –dijo el erizo–. ¿No quieres que te libre de ellas?
–No, –respondió la zorra– porque estas moscas que ves ya están llenas de sangre, y me pican, pero muy poco, y si me libras de estas que ya están saciadas, otras más hambrientas vendrán en su lugar y terminarán de beber la sangre que aún me queda.