PEDRO MARTINEZ: UN HOMBRE LIBRE...

UN HOMBRE LIBRE

Un hombre salió de su casa una mañana y gritó: « ¡Estoy a disposición de quien quiera emplearme!». En ese instante, pasaba el rey en su carroza. «Te tomo yo a mi servicio y, en compensación, te daré parte de mi poder», le dijo. Pero el joven no sabía qué hacer con ese poder y se fue. «Estoy disponible. ¿Quién me quiere?», volvió a gritar. Un viejo le paró y le dijo: «Te tomo para mis negocios. Y te compensaré con rupias». Pero el joven no sabía qué hacer con su dinero y se fue. Por la tarde, llegó cerca de una casucha. Se asomó una hermosa muchacha y le dijo: «Yo te tomo y te compensaré con mi sonrisa». Él se quedó pensativo, preguntándose cuánto dura una sonrisa. Mientras reflexionaba, la sonrisa se apagó y la joven desapareció. «Estoy a disposición..., ¿quién me quiere?», repitió. Un niño que jugaba en la arena levantó la cabeza y sonrió. «Te tomo yo y a cambio no te daré nada». Aceptó y comenzó a jugar con él. A la gente que le preguntaba les respondía: «Estoy ocupado». Y, desde aquel día, por fin se sintió un hombre libre.